Si Los Ángeles es la capital del entretenimiento, Universal Studios es la capital de Los Ángeles. Lo digo yo pero no se me ha ocurrido a mí, lo dice la publicidad de este parque temático dedicado al mundo del cine y los dibujos animados. Lo fantástico y lo mágico ronda por todos los rincones de una infraestructura gigantesca en contenido y continente. Desde Los Simpsons hasta Psicosis, pasando por Tiburón y Fast and Furious, todo tiene un hueco en el guión de una visita a Universal Studios.
Este gran parque tiene su propio paseo de la fama en el que no faltan restaurantes, tiendas, atracciones y otros lugares para fomentar el consumismo. Se trata del City Walk, prólogo al centro neurálgico del parque. Esta particular zona cobra vida cuando anochece y la gente que comienza a salir del parque se refugia en sus garitos para tomar algo o disfrutar de las últimas horas en Universal City.
Disfrutar formando parte de una película, de un espectáculo o aprender como funciona la industria del cine son tareas imprescindibles en Universal Studios. Todo está incluido en la entrada, que cuesta 52€, y su carísimo aparcamiento, unos 20 $/día. Eso sí, por la entrada te dan un segundo día gratis, por si no has tenido suficiente y quieres volver.
El de Los Ángeles es uno de los 4 parques temáticos que Universal Pictures tiene repartidos por el mundo. En Estados Unidos tienen el de Los Ángeles y otro en un resort de Orlando. Japón y Singapur albergan los otros dos.
Universal pictures es uno de los 6 principales estudios de cine norteamericano. Fue creado en 1909 por Carl Laemmle bajo el nombre de Yankee Film Company. El éxito de la Universal es que dio con la clave para garantizar que los espectadores llenaran las salas. La cuestión era procurar que las estrellas del momento participaran en sus películas. No era fácil ya que los actores firmaban en exclusiva con un estudio y para que trabajaran en otro había que probar una cesión o pagar una rescisión de su contrato, tal y como pasa ahora con los futbolistas, algo muy caro.
En California se vendían terrenos a muy buen precio lo que animaba a emprender negocio. Laemmle compró una finca de 430 km2 para construir Universal City. Tenía policía y alcalde propios, y estaba pegadita a Los Ángeles. Fue un pionero, luego vendrían Warner, Paramount, Columbia, Metro Goldwyn y 20th Century Fox.
Tenemos que esperar hasta la segunda generación de Laemmle para que los Estudios Universal comenzaran a funcionar en serio. Hasta entonces, Laemmle padre se había limitado a producir aquellas películas que podía pagar y, encima, no tenía cadena de cines propia por lo que tenía que relegar sus estrenos a ciudades pequeñas. Cuando el hijo se hace cargo, los estudios dan un giro. Estamos a finales de la década de los 20 y principio de los 30, periodo en el que se crean películas como El Rey del Jazz, Sin novedad en el frente, Frankestein o El Hombre Invisible.
Pero el joven Carl se arruinó y el banco se quedó con el negocio. Volvieron a las salas los westerns de segunda y los melodramas de tercera. No es hasta mediados de siglo cuando Universal vuelve a resurgir. Una nueva dirección y la liberación de los actores de los férreos contratos estipulados hasta ahora consiguieron que reflotase la empresa y, lo que es más importante, la industria del cine.
La televisión termina de hacer el resto y supone un impulso definitivo para el mundo del cine. Películas como Tiburón, El Golpe, Aeropuerto, American Graffiti, Psicosis, Regreso al Futuro, King Kong, ET, y una larguísima retahila de títulos han alimentado las fantasías de mi generación.
Algo así te explican en el Studio Tour que se hace por las instalaciones de la compañía cinematográfica. Es un recorrido por nuestra memoria colectiva y donde la ficción cobra forma. Escenarios de pueblos mediterráneos, naves que esconden el secreto de una nueva producción, casas a modo de oficina donde productores y directores negocian protagonistas para sus próximos proyectos, materiales guardados para aprovechar en alguna otra ocasión, demostraciones de efectos especiales como inundaciones instantáneas o coches voladores que escupen fuego nos salen al paso.
Si tienes un poco de suerte, incluso puede que te cruces con algún rodaje. En nuestro caso, CSI Las Vegas que, cosas de la vida, se rueda en Los Ángeles.
Dentro del Tour hay un gran componente de revelación. Comprobar con tus propios ojos lo que otros te han vendido a través de la gran pantalla. Causa emoción ver el lago donde se grabó gran parte de Tiburón, con el cartel de Amityville incluido….
Los destrozos causados por los extraterrestres que invadieron la tierra en 2005 de la mano de la deprimente y soporífera Guerra de los Mundos.
Y la guinda del pastel es ver en color, de día y con el mismísimo Norman en la puerta, el Motel Bates de Psicosis, la obra maestra de Alfred Hitchcok.
Es un recorrido imprescindible para entender el peso de la industria del cine en esta ciudad y admirar con nuestros propios ojos, algo que hasta ahora sólo era leyenda.
El resto del parque se asemeja muy mucho a cualquier otro centro de atracciones, lo único es que aquí es todo algo más espectacular. La familia Simpsons es la estrella del parque, y no es para menos. La atracción te introduce en una historia en la que tú eres el protagonista y te integras con estos personajes amarillos como si fueras el dueño de Ayudante de Santa Claus. Me considero un habitante más de Springfield, hasta tengo un edredón de Los Simpsons, algo que no creo que mucha gente pueda decir y me hace más feliz que a Marujita Díaz ir al Sálvame.
Luego tenemos el Parque Jurásico, atracción con agua y chorros que te dejan pingando, tenemos la Casa de los Horrores, bastante grande pero poco terrorífica, la Momia o nuestro elástico amigo Bob Esponja.
También hay atracciones interesantes como animales domesticados, trucos cinematográficos o una auténtica batalla de agua en WaterWorld.
Hay muchas más cosas….los Blues Brothers, Shreck en 3D, Terminator también en 3D, etc. Un sitio de visita imprescindible donde la diversión y la historia de esta ciudad van de la mano.
Y de los escenarios virtuales o preparados para la ocasión nos vamos a los escenarios naturales. Santa Mónica Beach y Venice Beach han servido de inmenso decorado para multitud de películas y series, entre ellas Los Vigilantes de la Playa. La una es familiar, la otra es hedonista. Dos conceptos muy diferentes para públicos muy distintos.
Santa Mónica es el fin de la antigua Ruta 66 que partía desde Chicago hasta este rincón de California después de trazar casi 4.000 kilómetros. Es una playa bonita, familiar y con numerosos atractivos.
Su principal seña de identidad es el muelle, un paseo marítimo con el parque de atracciones más antiguo de California. Es un buen lugar para pasear, tomar algo o disfrutar de algún espectáculo callejero.
El resto de la ciudad de Santa Mónica es también bastante atractivo y el aparcamiento es gratuito.
Venice Beach es otra cosa. Aquí se viene a practicar deporte, tatuarte el nombre de algún amor furtivo, vender o comprar artesanía, o simplemente a tomar el sol sin que nadie te moleste.
Venice es un reducto para escritores, hippies, new ages y algunos famosos como Lindsay Lohan o Anjelica Huston. La playa guarda el sabor de la California de los Beach Boys y Dick Dale.
Mucha gente guapa, horteras, perrosflauta, notas, niñas monas, deportistas con ganas de lucirse y paseantes alucinados.
Y, de vuelta a LA, hay que perderse lo justo para ver algunas estampas que nos son familiares, casitas de serie de TV, con su jardincito delante, la bandera de EEUU y la canasta para echar un partido de vez en cuando.
Son barrios como Los Feliz o Ventura Boulevard. Allí viven habitantes modelo que hasta son capaces de denunciarte por merodear aunque seas un inocente turista.
Los Ángeles es una ciudad gigante con gente muy amable, diversión contenida, y riqueza cultural, un pueblo con piel de ciudad.
Consejos Prácticos
- Una buena opción para alojarse es el Hotel Hollywood. Está en Yucca Street, muy cerca de Hollywood Boulevar y una habitación cuesta unos 70$.
- La entrada a Universal Studios cuesta 52€ y la visita te suele llevar todo el día. El parking es aparte y cuesta sobre 20 $.
- Santa Mónica tiene aparcamiento gratis en un centro comercial que hay en la 4th Street, muy cerca de la playa.
- En Venice Beach puedes aparcar 1 hora por 1$ en una especie de zona azul que existe por sus calles.
- Salvo en Sunset Boulevard no suele pasear mucha gente por LA a partir de las 10 de la noche.
- El coche es nuestro mejor amigo en esta ciudad, olvida el transporte público es caro e impuntual.
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una pasada de viaje y las fotos son muy simpáticas gracias por el articulo.
Muy bueno el artículo y geniales las fotos como siempre! La de Norman Bates está de lujo y la de vosotros con los Simpson está super simpática.Solo añadir que actualmente hay un cuarto parque de la Universal en Singapur.Lo descubrí hace un par de días en un artículo de Tremendo Viaje, os dejo en enlace por si a alguien le interesa http://www.tremendoviaje.com/2011/05/16/universal-singapore/
Ahora mismo corrijo la entras para añadir el nuevo Universal. Gracias por tu apunte y por tus palabras.