Los Ángeles en vinilo suena mejor

Hay un TOP 5 de fetichismo disquero:

1. Oler un vinilo recién desembalado
2. Pasar suavemente los dedos por los surcos
3. Observar el arte de la portada a 12 pulgadas
4. Escuchar en los altavoces el sonido de los huevos fritos que produce la aguja
5. Admirar orgulloso el mosaico de colores en la estantería

( si os fijáis las líneas de texto, por azar, producen un efecto ola)

Como defensor de las causas perdidas no tengo precio, lo sé. Dónde hay una foca monje tibetana única en el mundo, decídmelo que allá voy presto para hacer campaña por su salvación. Que hay que recuperar del averno de la tecnología los vídeos VHS…aquí está el tío. Lo de la salvación del vinilo (Vinyl Salvation) me viene de siempre. Como con el resto de los aparatos, alguien nos comió la moral diciéndonos que los compact discs sonaban mejor, que eran más baratos y que molaban más. Mentira, los cds suenan todos iguales: planos, sin ningún tipo de ecualización, además son pequeños y muy frágiles, si se te rayan la has jodido y son lo contrario a un objeto de deseo. Los cds los fabrica gente que no tiene ni idea de música, personas que creen que el rock es una industria. Mientras que los vinilos los hace gente que considera la música un arte y que cree en el rock como una forma de vida.

El tacto, el sonido y la elegancia con la que luce una portada en un vinilo son suficientes para que los adore como artículo musical. Son la caja de Pandora que guarda lo mejor de cada grupo para que todos nosotros podamos disfrutar de sus creaciones. Si hablamos de vinilo, Los Ángeles es el lugar de referencia. Esta ciudad de la costa californiana, aparte de ser cuna de bandas de rock míticas alberga infinidad de tiendas de discos. Entre ellas la más grande del mundo, la  Amoeba Hollywod (6400 W Sunset Blvd.), un lugar para perderse días enteros en una marea de discos actuales, desclasificados, rarezas,…pero también entre documentales, merchandising, etc. Eso sí, es una tienda bastante impersonal en la que los empleados conocen poco sobre música, así que te vamos a mostrar algunas de las mejores tiendas de discos de Los Ángeles, la capital del rock de la costa oeste. Vamos a demostrarte que comprar discos es una experiencia incomparable a la descarga de un mp3.

Soundsations
8701 La Tijera Blvd.
Westchester

Los dueños son Peter Grasso y Lee Wilson, dos amantes de los vinilos que se conocieron mientras estudiaban en Manhattan Beach. Ambos habían trabajado en tiendas de discos mientras estudiaban en el Instituto. Su sueño se hizo realidad el mismo día del cumpleaños de Pete, de 1990. Son gente agradable que lleva en el negocio más de 20 años. Tiene un gran selección de vinilos, cds y dvds. Precios asequibles y conocen el género. Es pedagógico estar por allí aunque no compres nada, porque la música que pinchan bien merece la pena. Entre los discos favoritos de Lee y Peter: Who’s Next de The Who, Music for the Morning After de Peter Yorn, o el Argy Bargy de Squeeze. No venden online. Abren de lunes a sábado de 10 a 19 h. y los domingos de 12 a 17.

Origami Vinyl 
1816 W Sunsent Blvd
Echo Park
@OrigamiVinyl

Esta tienda de Echo Park es un templo de la música, no sólo podemos encontrar discos sino que también vende entradas para conciertos de The Echo, Echoplex y Spaceland, tiene su propio sello discográfico y organiza en su interior actuaciones en vivo. El alma del lugar es Neil Schifield, un tipo curtido en discográficas y grandes distribuidoras musicales que montó esta tienda huyendo de la masificación y poniendo todo su conocimiento al servicio de los amantes de los discos. Su material es todo nuevo (no tiene nada de segunda mano) y se centra principalmente en la música independiente con clásicos dispersos de varios géneros. Este año cumple los 4 años de vida.  Su sello discográfico acaba de editar una edición limitada de 500 unidades fruto de una jam session con Ariel Pink, Neil Schuh y Crooked Cowboy. También ha actuaciones en directo. Abre de domingo a jueves desde el mediodía hasta las 9 de la noche, y los viernes y sábado hasta las 10 de la noche.

Actualizado a 12 de septiembre de 2016

Permanent Records 
1816 W Sunsent Blvd
Echo Park
@Permanent_LA

Pues resulta que la tienda Origami Vinyl fue comprada por Permanent Records, una disquera con la central en Chicago. En LA tienen dos tiendas, la antigua Origami y otra en Highland Park, en el 5116 del York Blvd. Básicamente mantienen el mismo concepto que cuando la regentaba Neil Schifield con actuaciones, djs y eventos. La diferencia fundamental es que en Permanent si hay discos de segunda mano, de hecho la base principal del negocio es la compra-venta de discos. Abre de 10 a 20 horas. Su facebook. 

Vacation
3815 W Sunset Blvd.
@VacationVinyl

Vinilos Vacation tiene muchos discos de calidad tanto nuevos como usados con el plus de que también vende cassettes para los nostálgicos redomados. Según su propia publicidad, Vacation es el campeón de los formatos analógicos. Mucho punk, metal y música experimental aunque también podemos encontrar alguna otra cosa de calidad fuera de estos estilos. Es uno de los mejores sitios en Los Angeles para comprar discos de heavy metal, no hay cds y tienen todos las cintas de cassette de cuando ibas al instituto. El personal es bastante amable y eficiente. De vez en cuando organizan conciertos en el interior de la tienda. Abren de lunes a sábado de 11 a 21h y los domingos de 12 a 19h.

Freakbeat Records
13616 Ventura Blvd.
@FrekbeatRecs

Visitar Freakbeat es experimentar la entrada en una de aquellas tiendas de barrio a las que íbamos a comprar música en los años 80. La mitad de la tienda está llena de vinilos usados y de todos los géneros. Muy potente la colección de jazz y soul así como la cantidad de singles de los años 80. Freakbeat sí tiene cds, aquellos que las grandes tiendas no venden por ignorancia. También tiene una buena selección de libros, revistas y carteles antiguos. No dejar de visitar la habitación 99 céntimos, una meca para los cazadores de gangas discográficas de todo el sur de California. Abren de lunes a sábado de 11 a 20 h, mientras que los domingos abren desde las 12 hasta las 18:00 h. Su facebook.

Headline Records
7706 Melrose Ave.

Especializados en punk rock, esta tienda situada en la famosa Melrose Ave. es un referente en la costa oeste para los fans que se dejan sorprender por la música. Si queréis un consejo: entrad en ella sin prejucios, Jean Luc os hará felices descubriendo bandas que ni siquiera suponíais su existencia y que estoy convencido os acabarán enamorando. Su punto irreal hace de este lugar un sitio mágico y casi de cuento, demasiado punk. Además de discos tienen todo lo que te puedas imaginar sobre la cultura que Green Day o NFOX, incluidas entradas a conciertos, hicieron popular a finales de los 90 en esta zona de Estados Unidos. Abren todos los días 12 a 20 h.

 Backside Records
139 N San Fernando Blvd.
@backsideburbank

Más que una tienda de discos, Backside se ha convertido en un almacén de lifestyle. Todo tipo de ropa o complemento «callejero» de moda ha relegado a la música a un segundo plano. Aún así sigue siendo un lugar interesante en LA para comprar buena música. Es un sitio muy divertido si no eres un fanático de la música negra desde el hip hop hasta el soul. Si lo eres te volverás loco buceando en su discoteca. Si no encuentras lo que buscas, algunas veces consiguen traértelo.  Abren de lunes a sábado de 11 a 21h y los viernes y sábado de 11 a 23h.

Poo-Bah Record Shop
2636 E Colorado Blvd.

En Poo-Bah llevan desde 1971 siendo una referencia con fuente de conocimiento musical para la zona de Pasadena. Sobre todo trabajan el hip hop más underground y experimental. Si no puedes pasarte por su tienda te recomiendo que sigas los podcast que cuelgan en su web y que son delicias sonoras. Eso sí, si estás por la zona no dejes de entrar a revisar los discos que pululan por cajas, estanterías, mesas, acabarás con los dedos polvorientos o sin huella dactilar. Abren de lunes a jueves de 10 a 20 h., los viernes y sábado hasta las 21 y los domingos de 12 a 18h.

Rockaway Records
2395 Glendale Blvd.
@rockawayrecords

Lo que comenzó siendo un hobby para los hermanos Johnson hace más de 30 años se convirtió en su modo de vida. La colección de discos de Wayne y Gary comenzó a tomar tal volumen que tuvieron que abrir una tienda.  Rockaway creció tan rápido que tuvieron que mudarse dos veces seguidas hasta establecerse donde están ahora. Aunque la industria del disco está de capa caída, Rockaway sigue siendo un negocio floreciente. Esto se debe al instinto de los hermanos que tienen los hermanos a la hora de adquirir una colección ya sea a la propia industria o a coleccionistas particulares. un negocio que según sus propios propietarios crece todavía. Recientemente han pagado 600,000 dólares por una colección de vinilos y 150,000 por una de CDs. Es un monumento más de la ciudad de L.A de visita obligatoria para los fetichistas del vinilo. Abren todos los días de 11 a 19 h. Su Facebook.

Atomic Records
3812 WMagnolia Blvd.
Burbank
@AtomicRecordsLA

Esta tienda también es mítica. En su interior se han rodado hasta pelis, en concreto una escena de «I want someone to eat cheese with» que no sé si se ha estrenado en España. Tienen una cantidad infinita de vinilos, montones por todos lados de la tienda y también los almacenan en un local cercano. La verdad es que los discos no están muy bien clasificados y muchos no tienen marcados los precios, te los dicen en el mostrador, pero esto que podría ser un inconveniente en cualquier otra tienda, es una estrategia de marketing que funciona muy bien en esta tienda de discos. Las cajas que normalmente sacan a la puerta por 99 centavos suelen guardara más de una sorpresa. Abren de lunes a sábado de 11 a 19 h. y los domingos de 12 a 17 h. Su Facebook.

Canterbury Records
805 E colorado Blvd.

Canterbury parece sacado de los años 70. De hecho la compañía nació en 1956 de la mano de Leonard Gordon y todavía sigue siendo una de las que más negocio hacen en LA.  El afán con el que encuentran lo que estás buscando probablemente esté detrás de su éxito. Eso y con un propietario amable apoyado en personal eficiente, sobran los iTunes.

Hecha la lista queda el eterno interrogante ¿porqué no viviré en L.A.?