Alcatraz, su historia tras la bruma

La isla de Alcatraz

«Tiene derecho a recibir comida, ropa, albergue y atención médica. Cualquier otra cosa que reciba es un privilegio.»

Artículo nº 5 del Reglamento de la prisión de Alcatraz, 1934

Alcatraz no siempre fue una prisión. Hubo un tiempo en el que sólo era una roca solitaria, un punto en el mapa, un pedazo de tierra en medio de la Bahía de San Francisco sin uso ninguno. Hoy día casi nadie se acuerda de aquello. Su aspecto aislado y rudo le ha conferido una imagen que ha calado, como el frío del océano, en el subconsciente colectivo. Su macabra historia carcelaria sobresale ante cualquier otro atisbo de grandeza patrimonial. De poco vale que sea una reserva natural para distintas variedades de aves o de que posea el primer faro que se construyó en esta parte  de los Estados Unidos, cuando te dicen que en este pedazo de terreno sin escapatoria se construyó la cárcel a la que iba a parar, no ya la escoria de la sociedad sino la escoria de otras cárceles. Tema de muchos libros y películas, Alcatraz se ha convertido en símbolo del lado más oscuro de los EEUU. Hay historias sobre la prisión y algunos de los hombres que vivieron en sus celdas que tienen más de ficción que de realidad y en las que la bruma no deja ver el paisaje.

La isla de Alcatraz

Desde el Pier 33 de la Bahía de San Francisco, Alcatraz emerge entre aguas rizadas y frías, de un azul helado. Desde allí sobresale su estilizado faro, el primero que se levantó en la costa del pacífico y que ha estado funcionando desde 1854. Mientras hoy la gente quiere ir a Alcatraz, hace 80 años era preferible que te mandaran al Infierno. La isla tiene un aspecto misterioso, influenciado por los usos que la sociedad le impuso. En el corazón de la bahía de San Francisco, apenas a 2 kilómetros de los sonidos y las vistas de una de las ciudades más bellas del mundo, ha sido utilizada como fuerte, como faro y como prisión.

La Isla de Alcatraz

Sólo habían pasado por allí algunos indios y el explorador español, Juan Manuel Ayala, que la bautizó como Alcatraz, cuando la fiebre del oro favoreció la construcción del faro y la fortificación de su superficie. La enorme riqueza que provenía de las minas de oro favoreció el crecimiento de la población y el tráfico de barcos en San Francisco se hizo constante y numeroso. Era 1849 y vivían en SFO más de 20,000 almas.

La isla de Alcatraz

Punto adelantado para llegar por el Océano Pacífico a San Francisco, los militares utilizaron Alcatraz durante la Guerra Civil. La isla fue la casa hasta 1907 de más de 400 soldados. Una vez terminada la guerra, la roca fue convertida en un Cuartel Displicinario, un eufemismo que marcaba el inicio de su leyenda negra. La mayoría de la gente sabe que aquí estuvo Al Capone o Machine Gun Kelly pero desconocen que algunos indios fueron encarcelados por defender los derechos de sus hijos. Era aberrante que desertores de guerra, asesinos o violadores, compartiesen celda con 19 hopis que se negaron a enviar a sus hijos a escuelas públicas porque los castigaban con palizas si se expresaban en su propia lengua o practicaban su religión. Todos los folletos turísticos silencia este capítulo inicial de la historia carcelaria de Alcatraz.

La isla de Alcatraz

Con estos antecedentes, durante la depresión de los años 30 el Ministerio de Justicia se interesó por la isla como un lugar muy adecuado para una prisión de máxima seguridad. De los 1,545 hombres que cumplieron condena en Alcatraz, sólo unos cuantos fueron famosos o eran muy conocidos. Entre ellos Al «Scarface» Capone, «Doc» Barker, Alvin «Creepy» Karpis, George «Machine Gun» Kelly, Floyd  Hamilton y Robert Stroud «El hombre pájaron de Alcatraz». Entre los mitos podemos contar que no se sabe exactamente donde quedaba la celda de Al Capone, quien pasó parte de sus cuatro años y medio en Alcatraz en una celda aislada del hospital y que Robert Stroud nunca tuvo pájaros en la Roca. Su verdadero apodo era el médico de pájaros de Leavenworth.

La isla de Alcatraz

La mayoría de los presos eran hombres que habían sido problemáticos en otras penitenciarías, deseosos de evadirse de la prisión o alborotadores. Los prisioneros permanecían en Alcatraz hasta que ya no eran considerados como indisciplinados o incorregibles: un promedio de 8 a 10 años. No hubo mujeres, ni guardias ni prisioneras. En el primer caso porque no podían trabajar, y en el segundo porque hasta 1969, 6 años después de que cerrara Alcatraz, a las mujeres no se les podía considerar incorregibles.

De los 14 intentos de fuga de la época de la prisión federal, el más conocido ocurrió en junio de 1962, cuando Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin consiguieron llegar hasta el océano. Utilizaron impermeables como flotadores y, supuestamente, se dirigian a SFO. Se cree que no llegaron a tierra porque se ahogaron. Nunca se encontraron sus cadáveres.

Como medida de seguridad, la Oficina de prisiones deliberadamente restringía las visitas al Peñón.  Es posible que este aislamiento, este aparente secreto, fomentara las historias sobre las miserables condiciones de vida en la prisión. Pobres condiciones que no eran del todo ciertas ya que aunque Alcatraz era una indudablemente una prisión de máxima seguridad, la prisión era limpia y la comida buena. La prisión nunca funcionó al máximo de su capacidad. El promedio de prisioneros fue de 260 y el máximo alcanzó los 302 que ocupaban las 336 celdas disponbles. No hubo ejecuciones en Alcatraz, aunque si tuvieron lugar 5 suicidios y ocho asesinatos.

La isla de Alcatraz

La calificación de lugar inexpugnable que se le ha otorgado y su promesa de cerrar si alguien conseguía romperla también forma parte de la bruma de Alcatraz. Fueron sus elevados costes de mantenimiento los que hicieron que Robert F. Kennedy, entonces Procurador General de los EEUU, decidiera cerrar Alcatraz en 1963. Los prisioneros fueron transferidos a otras instalaciones penitenciarias y la Roca quedó a cargo de un único guardián.

La isla de Alcatraz

Imagino cómo se sentiría este solitario guardián mientras las colonias de gaviotas sobrevolaban Alcatraz. Allí, contemplando las preciosas vistas de San Francisco, una punzada servía para medir exactamente la distancia entre lo cerca y lo lejos que los presos tenían la libertad. La que se podía disfrutar cuando Alcatraz, hace ya mucho tiempo, dejó de ser un punto en un mapa para convertirse en una prisión.

Consejos Prácticos.-

  • Hay que comprar anticipados los tickets por internet para no llevarnos la habitual decepción de encontrarnos sin entradas para la visita a Alcatraz.
  • Los tickets valen 26$ e incluyen el paso en barco hasta la isla, tiempo ilimitado en Alcatraz, y una audioguía con testimonios reales sobre la historia de la prisión.

8 COMENTARIOS

  1. Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: “Tiene derecho a recibir comida, ropa, albergue y atención médica. Cualquier otra cosa que reciba es un privilegio.” Artículo nº 5 del Reglamento de la prisión de Alcatraz, 1934 Alcatraz no siempre fue una prisión. Hubo un ti…..

  2. Muy muy buen post. Me ha parecido interesantísimo, sobre todo la parte de los indios encarcelados. Es curioso como sólo conocemos trozos de la historia de un sitio. I lo mejor es cuando alguien te cuenta algo que no sabías…

    Un saludo

    • Muchas gracias…no siempre lo que nos cuentas contiene toda la verdad, para eso están los blogs.

      Un saludo.

    • Es un sitio increíble y perfectamente organizado. Por unos 25$ montas en barco por la bahía, visitas la prisión y puedes ver unas vistas de SFO increíbles. Creo que es una de las mejores visitas que se pueden hacer en toda la Costa Oeste.

      Un abrazo.

  3. Te felicito por las fotos y el excelente relato.
    Me gusta ese niño vestido de colores que mira desde el barco , las celdas con el punto de vista bajo, las espinosas plantas en primer plano con el pájaro que vuela libre, la de la bandera, la mujer que pasea ajena a la historia de la isla…No son solo fotos del sitio, cuentan historias y eso es lo que me fascina.Enhorabuena!

    • Pues no sé què decir…Te agradezco muchísimo tus palabras porque esa es la intención, es muy alegre saber que he conseguido lo que pretendía.

      Un abrazo.

  4. Me ha encantado! Me ha parecido súper interesante todo lo que has contado. Siempre me ha impresionado Alcatraz, pero la única vez que visité San Francisco fue fugaz y no tuve tiempo para visitarlo… Lo tengo pendiente!
    Un saludo!!

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