
Como ya comentamos, no realizamos el camino de Nidaros por Noruega al completo ya que necesitaríamos, al menos, treinta días. A pesar de ello sí que recorremos algunas de las etapas más interesantes y las siguientes nos han llevado a Gudbrandsdalen, un valle al norte de la ciudad de Lillehammer y del lago Mjøsa. En esta región las zonas agrícolas, protagonistas de las primeras etapas, van dejando paso a bosques húmedos de coníferas que se extienden sobre vertientes, en algunos casos, realmente abruptas. La vegetación en estos días está en pleno apogeo y hemos tenido la suerte de observar varias especies de orquídeas. El agua está por todas partes y durante el itinerario atravesamos modestos torrentes y ríos procedentes de los macizos que rodean el valle.

Junto a Rafa Pérez decidimos empalmar dos etapas (con inicio en Skåden Gard) que se convierte en un interminable jornada de cerca de 50 km y muchas horas. El recorrido es muy variado y agradable hasta llegar a un punto donde el sendero se convierte en un extenso barrizal y no nos queda otro remedio que sumergirnos en el barro. Gracias a las sandalias que transportamos en la mochila el avance no resulta del todo penoso.


Pasado este tramo el camino sigue alternando prados, bosque y algún sector de asfalto hasta nuestro destino final, el pueblo de Fåvang, que alcanzamos alrededor de las 22:30. Estamos fatigados pero felices. El hecho de movernos al margen del grupo nos permite centrarnos en nuestro cometido y disfrutar de los pequeños placeres que brinda el itinerario tales como el silencio del bosque, el sonido de las cascadas o el zumbido de los numerosos insectos que, se apresuran a completar su ciclo vital, en el corto verano noruego.


La siguiente etapa empieza en Fåvang y concluye en el pueblo de Ringebu. El camino transcurre por un bosque bastante espeso donde los rayos del sol apenas alcanzan el suelo. Cruzamos un vertiginoso puente sobre el río Tromsa, que discurre impetuoso procedente de las montañas. Seguimos ascendiendo hasta que un ejemplar de orquídea del genero Platanthera es la culpable de una cantidad notable de picaduras de mosquitos. Contemplamos desde un mirador natural el río Laagen y continuamos avanzando hasta la iglesia de madera de Ringebu para, después de 2 km más, alcanzar el pueblo del mismo nombre.

Las dos últimas jornadas nos llevan de Ringebu a Dale-Gudbrans (Hundrop) y, desde aquí a Sødrop. En este caso recorremos el sendero (siempre muy bien señalizado) con el grupo y visitamos uno de los numerosos alojamientos para peregrinos que dispone el camino.
Dale-Gudbrans (Hundrop)
Noruega
28 de julio de 2012
Pues seguir el viaje por twitter en #caminodenidaros
Pau, JD… Gracias a vosotros también por seguirnos… El itinerario completo debe ser brutal y todo un reto de nada menos que 30 días. Los paisajes más increíbles los vimos en las últimas etapas, en el Parque Nacional del Dovre. A ver si nos ponemos a editar… Un saludo a los dos.
Como dice Pau, os hemos seguido por twitter y hemos visto algunas de las cosas que habéis descubierto por el camino… una ruta impresionante! Gracias por compartirlo!
un saludo
Ya he visto por twitter que lo habéis pasado genial. De los paisajes noruegos mejor no hablar, pues no tienen parangón en el mundo entero.