En mares salvajes, un viaje al Ártico de Javier Reverte

«The world needs more Canada»

De repente, un cartel en una tienda de Ottawa traza el hilo de un libro de viajes. Javier Reverte narra de manera magistral una búsqueda incansable de la superación, la supervivencia y el reto de ir más allá. «En mares salvajes, un viaje al Ártico» es un libro genuino Reverte que mezcla historia, viaje, y realidad con literatura. Aprovechando que, por primera vez, las aguas del Ártico se abrían por completo un verano, el de 2008, el escritor madrileño sacó un billete para recorrer el paso del Noroeste, una ruta que une Europa y Asia por el camino más corto. Mientras el Akademik Ioffe, un barco ruso alquilado por una compañía australiana, recorre los mares, bahías y estrechos del norte de Canadá, Reverte nos describe de manera magistral pero con un lenguaje ameno los paisajes que pueblan estas inhospitas tierras.

Pero siendo un cronista sobresaliente, Reverte lo que borda es contar historias. Por eso, «En mares salvajes» es un excepcional libro sobre la historia de los personajes que atesoraron el deseo de navegar el Ártico. Exploradores y aventureros que creían que la gloria estaba más allá de las montañas de hielo, que utilizaron hombres y recursos en empresas casi imposibles, que sacrificaron su honor por completar un camino entonces intransitable. Y como siempre, las historias trágicas son las más apasionantes.

Como la de sir John Franklin donde la épica , la soberbia y el romanticismo se mezclan hasta convertir la aventura en tragedia. Porque como diría el poeta: sin riesgo no hay aventura. En 1845, con 200 hombres, puso rumbo al Ártico para cruzar el paso del Noroeste del que nunca regresó. El misterio envolvió su destino durante los siguientes 20 años, hasta que otras expediciones y el tesón de su mujer dieron con sus restos y el de algunos de sus hombres.

Como el futuro de Franklin, Reverte ve lo atroz y desolador en aquellas tierras atravesadas por un frágil brazo de mar que en ocasiones se convierte en abrazo. Un territorio blanco que, como decía Herman Melville, puede ser más aterrador que el rojo de la sangre, pero que en compañía de algunos sexagenarios ricos se lleva con más dignidad: un italiano, un japonés, un americano y un español unidos por el Gaudeamus Igitur. Gente pudiente monetaria e intelectualmente que formaba parte de un crucero nada normal por lo instruido del viaje.

Reverte más que contarnos la historia de los pioneros que navegaron estas aguas heladas, parece que dialoga con ellos desentrañando qué ocultaba su mente para intentar aquella increible hazaña. Con Parry, con Franklin, con David, con Baffin, con Beufort, con McClure…pero también con Amundsen, Nobile y Peary. Y en todos ellos contrasta la información con los inuits que vieron de repente invadida su soledad, su mundo, su cultura.

De paso, antes y después, el escritor madrileño se pierde por algunas ciudades canadienses en busca de nuevos testimonios y descripciones. Ottawa, Iqaluit, Resolute, Inuvik, Fort McPherson o Yellowknife. Todo para descubrir que las ciudades son como el amor, cuando una persona te gusta no sabes bien porqué. ¿Porqué una ciudad siendo fea puede enamorarte, mientras que otra siendo atractiva te deja indiferente? Ahí reside el secreto y la historia de este necesario libro.

2 COMENTARIOS

  1. Hola paisano!!! Pues lo terminé anteayer, y la verdad, este tipo sigue sorprendiendo con todo lo que hace. Ha sido capaz de mostrarnos una gran historia después de hacer un crucero de poco más de diez días más una pequeña escapada por los alrededores. Magistral. A mí no sé que me pasa con este tipo que cada vez que cae algo suyo en mis manos me entran unas ganas irrefrenables de seguir sus pasos. Un abrazo y buena recomendación. Por cierto, estoy en la tierrina, por dónde andas?

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