Pocos lugares hay que respondan tan bien al tópico viajero de «fusión de culturas» como mi pueblo, Olivenza. Su pasado portugués nos dejó un riquísimo legado cultural que llega hasta nuestros días y que se mezcla perfectamente con el día a día vivido al otro lado de la frontera, en España. A pesar de ceguera histórica y cultural de algunos responsables políticos es innegable el poso luso en Olivenza porque los que allí habitamos lo llevamos dentro. Defender ese patrimonio interior y darle un valor en la actualidad, dentro de un contexto diferente pero unido por el cordón umbilical de la historia, es lo que José Antonio González Carrillo (Olivenza 1975) lleva haciendo desde hace ya casi 10 años. A través de su obra, tan diversa como la propia identidad intenta transmitir, con una mirada propia, el patrimonio de la ciudad que lo vio nacer y que es referente en la cultura portuguesa en la península ibérica.
Hoy presenta su nueva obra, Matriz, la cual nos introduce en la historia y peculiaridades de la iglesia de Santa María del Castillo, uno de los templos religiosos más representativos de la marcada biculturalidad que da carácter a Olivenza y su entorno.
El edificio, a caballo entre dos períodos, traspasa la dimensión arquitectónica levantada desde sus propias ruinas, para aglutinar, a lo largo de su existencia, un importante reflejo social, cultural y religioso del entorno, conviviendo con la localidad desde su fundación. Un recorrido por sus trazos arquitectónicos, su contexto histórico, sus cofradías, su administración o algunas de sus peculiaridades menos conocidas, entre otros aspectos.
Un trabajo que durante más de tres años ha llevado a su autor a bucear en archivos históricos, instituciones o a recopilar testimonios personales que han superado en muchos casos las barreras generacionales. El libro, como suele ser habitual, compagina el diseño editorial – tan personal en las publicaciones del autor – con su sello creativo. Ha sido patrocinado por ADERCO y cuenta con la colaboración del artista Augusto Andrade y el escritor João Paulo Oliveira e Costa.
Las obras de José Antonio González Carrillo (Oliventinos (2005), Saudade (2006), Olivenza oculta (2009), La herencia portuguesa en las cofradías de Olivenza (2010), Almas da Magdalena (2011) y Cuando ya no estemos (2012)), definidas por la crítica como “trabajo comprometido y de marcada personalidad creativa”, han tenido una importante acogida en ámbitos nacionales e internacionales.
Creador incansable, en la actualidad desarrolla una intensa actividad en diferentes proyectos, buscando, con su particular mirada, el motor de su creación más esencial y personal. Más allá del ámbito artístico, su trabajo y su compromiso nos permiten disfrutar de una obra auténtica y duradera que retorna una y otra vez sobre el legado oliventino,»fusión de culturas».