A lo mejor este artículo debería escribirlo a mi vuelta de Roma, pero el estreno de la última de Woody Allen este fin de semana en España me da pie para ello, y ya saben ustedes, queridos y fieles lectores, que uno es periodista por afición pero también por defecto y vive pegado a la actualidad. Nuestro inmiente viaje a Roma y como es habitual estamos en periodo intenso de documentación y calentamiento para recorrer sus calles empedradas y no tropezar. Documentales, libros, videos, revistas y todo aquello que caiga en nuestras manos y tenga impresa la palabra Roma es devorado como Romulo y Remo devoraban la teta de la loba que les vio nacer.
A Roma con Amor
Reconozco que todavía no he podido verla, pero la última película de Woody Allen, rodada íntegramente en Roma tiene un trailer que engancha y te hace la boca agua. Lios amorosos con tintes hilarantes como suele ser habitual en el director neoyorquino pero esta vez con la ciudad eterna de fondo. Esperamos sea más exitosa que la que rodó en Barcelona, auténtico fiasco del celuloide.
Vacaciones en Roma
La película de William Wylers es un fiel reflejo de Roma, y no porque esté rodada allí sino también porque cuenta la historia de amor entre un periodista y una princesa, encuentros que solo suceden en ciudades mágicas. El Castel Sant’Angelo, la Fontana di Trevi, la Piazza Venezia, la Piazza di Spagna o el mítico tour en Vespa por las calles de Roma y que atraviesa el Coliseo, son solo alguno de los rincones inmortalizados en la cinta.
Anthony Miguella ya había estado en Italia, y más en concreto en Roma rodando parte de El Paciente Inglés y se conoce que le picó el gusanillo y recreó la fantástica novela de Patricia Highsmith. En realidad la película está localizada en la costa Amalfitana pero los protagonistas pasan unos días en Roma. Minguella consigue en varios planos trasladarnos la esencia romana: Piazza Navona, la fuente de los cuatro ríos de Bernini, la fuente de la Tortuga en el barrio judio, etc. Y, aunque no es mi intención desvelaros la película, acaso ¿no mataríais por quedaros en Roma?
De los 3 episodios que se entrelazan, «Ven mi Vespa» es el que narra la vida cotidiana en Roma durante el mes de agosto. Nanni Moretti es único utilizando el humor y la ironía para pasearnos por toda la ciudad eterna en un particular homenaje a Pier Paolo Pasolini, ambientada con la música de Keith Jarret. Evitando las zonas turísticas, Moretti se centra básicamente en el barrio de Garbatella.
Una genialidad a la altura del mismísimo Vaticano obra de Fellini. Nunca una mujer bañándonse en una fuente fue considerado producto artístico de primera como el remojón que Anika Edberg se da en la Fontana di Trevi. Pero claro, depende quien lo filme y cómo nos lo cuente. El cine, el glamour y Roma juntos en un metraje de poco más de una hora, ¡qué más se puede pedir!
Y de libros también traemos una rica variedad, que se pueden leer al pesto, a la salsa bolognesa…..ehhhh, espera creo que me he equivocado, ¿estabamos hablando de literatura? ¿No de pasta?
Ladrones de bicicletas de Luigi Bartolini
Cuenta el periplo auténtico por las calles de Roma que el autor Bartolini protagonizó a su pesar. Después de la ocupación alemana de Italia, Bartolini recorrió la ciudad para recuperar la bici que la habían robado. Hábil transeúnte de los barrios y viejas calles de la capital de Italia, Bartolini ofrece en Ladrones de bicicletas un retrato de sus menos honestos conciudadanos lleno de humor y amargura, mientras se encomienda con vehemencia a la épica misión de reparar por sus propios medios la tropelía de la que ha sido víctima.
Tres metros sobre el cielo, de Federico Moccia
En Roma, como en cualquier otra ciudad del mundo, los adolescentes quieren volar, buscan caminar «tres metros sobre el cielo». Las chicas como Babi se esmeran en sus estudios, hablan del último grito en moda y se preparan para encontrar al amor de sus vidas; los chicos como Step prefieren la velocidad, la violencia, el riesgo y la camaradería de las bandas, pero todos ellos se implican en la vida como si cada segundo fuera el último. Pertenecen a mundos distintos, desean cosas distintas pero tienen algo en común: el amor que les hará flotar y sostenerse, el amor que les hará encontrarse y cambiar: ellas se volverán más salvajes; ellos más tiernos. Mientras, allí abajo, la vida real ya les reclama.
Historias de Roma, de Enric González
Anécdotas contadas en primera persona, con gracia, que hacen que nos sintamos como si estuviéramos compartiendo con el autor un café en un abarrotado café de la ciudad. Estas historias nos llevan a lugares como la casa del poeta John Keats (1795-1821) al lado derecho de la Piazza di Spagna, actualmente convertida en el museo Keats/Shelley; el Café San Eustachio, en la Piazza de San Eustachio, donde según el periodista preparan el mejor café del mundo (lo consiguen tostando cada mañana los granos con leña y moliéndolos sobre la enorme cafetera); u otras zonas de la gran Roma.
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Como siempre genial, gracias por las recomendaciones.