
Si no fuera por los hombres que se superan a sí mismos a través del esfuerzo, la inteligencia y la persistencia, los humanos nos habríamos extinguido hace muchísimos años. Hoy hemos visitado en Vietnam dos ejemplos de como afrontar la adversidad más real y absoluta: la muerte. A 2 horas y 40 minutos de Ho Chi Minh City se encuentra el Templo Cao Dai, una especie de conglomerado cristiano-budista-hindú aderezado con la estética manga y algunas esencias pastel de las ilustraciones chinas.
Dentro se encierra una religiión que en España conocemos muy bien, la de la «buena gente». Es decir, si quieres ganarte la otra vida debes ser bueno con los demás y contigo mismo, obvio. Lo curioso de esta religión es que práctica el espiritismo y que entre sus espiritus principales está Victor Hugo.

Sí, el que escribió «Los Miserables», sí. Es una clara muestra de cómo alguien inventa una religión para mostrar a los demás un camino de la salvación distinto, pero camino de la salvación al fin y al cabo. Cómo hacer la muerte y el sufrimiento más llevadero, aunque sea a costa de entregar tu vida al veganismo o al ascetismo.

Lo mismo, pero de una manera absolutamente más pragmática, debieron pensar los habitantes de Cu Chi, una provincia al norte de Saigón de 200.000 habitantes que durante las invasiones francesa y norteamericana vieron como la posibilidad de ser eliminados del mapa era del 90%.

Estos aldeanos construyeron una red de túneles, de distintas alturas, que incluía innumerables trampillas de acceso, zonas para vivir, almacenes, fábricas de armas, hospitales de campaña, centros de mando y cocinas. Los túneles comunicaban y coordinaban todo lo que tenía que ver con el Vietcong. Los americanos utilizaron más napalm, gas, desfoliante y devastación que en cualquier otro lugar del Sudeste Asiático. Aún así no consiguieron acabar con ellos. La idea fue genial y gracias a la persistencia de sus gentes fue capaz de hacerse realidad y conseguir los propósitos.

Cao Dai y Cu Chi, espíritu y realidad juntos en Vietnam.
Salud.
8 de agosto de 2010
Saigón
Muchas gracias, Oscar. Si que Cuchi tenga buena pinta gracias a mis fotos significa que te han gustado, te lo agradezco mucho. Para mí, sobre todo viniedo de alguien como tú que tiene un blog de fotos buenísimo, Deep Wild Photo, para el que no lo conozca. Un saludo..
Hola Álvaro. Yo no visité Cao Dai, pero viendo tus fotos tiene muy buena pinta. Saludos y buen viaje 🙂