Los Rolling Stones cumplen en Lisboa

Mick Jagger y Bruce Springsteen, Rolling Stones, Lisboa
Jagger y Springsteen mano a mano en el Rock in Rio Lisboa 2014

Tras 50 años en los escenarios, Mick Jagger dice que ha aprendido 10 lecciones. Una de ellas es que «nadie quiere escuchar tus nuevas canciones». Dicho y hecho. Anoche en Lisboa, 19 viejos himnos rockeros y sólo una canción nueva (Doom and Gloom, del disco Grrrr). Que se preparen los que vayan al Bernabeu.

La expectación era inaudita para ver la enésima última gira de los Rolling Stones. Como siempre con la paradoja que acompaña a la banda desde hace dos décadas: tickets que duran minutos a la venta y, sin embargo, dudas sobre la capacidad de tocar en directo y enamorar. No diría que lo consiguieron pero sí que hicieron un papel muy digno dando a los fans lo que buscaban: rock and roll.

La 7ª actuación de los Rolling Stones en Portugal arrancó con el Jumpin Jack Flash mientras los aviones sobrevolaban el abarrotado parque Bela Vista, sede del Rock in Rio Lisboa, hasta el cercano aeropuerto. Sin resuello empalmaron con Its only rock and roll.

En la primera pausa, después del clásico “boas noites Lisboa”, Mick, intrigante, comenzó a hablar sobre un amigo suyo que “estaba por Lisboa” y al que habían invitado a cantar una canción. “Señoras y señores, el Boss”. Boquiabierto, el público no paraba de aplaudir incrédulo. Al parecer, la hija de Springsteen estudia en Lisboa y el de New Jersey visita a menudo la capital lusa. La última coincidió con los Stones. Tocaron Tumble Dice. A pesar de no ser un dueto inédito (ya interpretaron la misma canción en Nueva York hacer 2 años, cuando los Rolling celebraban sus 50 aniversario) dejó una sensación muy dulce.

Mick Jagger, Rolling Stones en Lisboa
Mick Jagger buscando la luz

El enérgico Mick Jagger capitaneaba la banda en todo momento y no paró de moverse durante las dos horas recorriendo el escenario y saludando al público. Ni rastro en su actitud de la huella que ha dejado el suicidio hace dos meses de su novia, L’Wren Scott. Al contrario se le vio alegre y bromista: “Portugal -Inglaterra será la final del mundial”.

Keith, risueño y con ganas de diversión durante todo el concierto se le vió carente de voz en los dos temas que siempre canta en los directos. En esta ocasión, la tonos altos de Can’t be see, se le fueron demasiado, mientras que You Got the Silver fue un ejemplo de compenetración entre Wood y Richards.

Wild Horses sonó apoteósica. Silencios, medios tiempos y la voz de Jagger que sonaba perfecta. Factura impecable para el torrente de éxitos que llegaron encadenados y fueron in crescendo. Simpathy for the Devil con una puesta de escena espectacular (un bosque en llamas), Start me up, Gimme Shelter, Midnight Rumbler (magnético Mick Taylor a la guitarra) y Brown Sugar, entre otras.

En los bises, rozando las 3 de la mañana hora española, un coro lisboeta comenzó a entonar el You can’t always get what you want mientras Mick Jagger aparecía en escena con una gorra a lo garçon. Para terminar Satisfaction, un broche infalible adornado con fuegos artificiales para celebrar la comunión del rock y la vuelta al trono de sus satánicas majestades.

El de Lisboa es el segundo de los 14 conciertos que darán en Europa. Que se prepare Madrid, ya queda menos.

1 COMENTARIO

  1. No puedo estar de acuerdo:

    No cumplieron; dieron un pedazo de concierto de los pies a la cabeza. Brutal acústica pese a lo enorme del recinto y Jagger a la altura pese a la poca euforia del público portugués, bastante paradete.

    ¿Estabas tan cerca como para hacer esas fotos, o has hecho trampa?

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