¿Algo del minibar? Mayhem en Holanda

A finales de los años 80, el heavy metal tomó una deriva oscura y violenta que empujó sus principios musicales y sociales hacia extremos de fanatismo e intransigencia. Tal deriva, que culminaría a mediados de los 90 con la quema de iglesias, suicidios y asesinatos, recibió el nombre de black metal. Su historia abarca desde la violencia suicida hasta los asesinatos a sangre fría, todo teñido con una banda sonora oscura, frenética y ensordecedora.

En Noruega, una serie de farsantes (sólo un par de ellos eran verdaderos fanáticos) adoptaron una apariencia estética mórbida y montaron algunas bandas de música.  Se aislaron en su propio mundo de misantropía y odio desde donde lanzaban un mensaje de odio contra todo bicho viviente, especialmente los cristianos, sobre una cacofonía de guitarras a un ritmo vertiginoso. Los primeros fueron Mayhem.

Tras grabar un par de demos de manera muy rudimentaria, Mayhem publicó en 1987 un EP llamado Deathcrush,  con el que marcaron el inicio del black metal. 4 años después, su vocalista Per Yngve Ohlin, más conocido como «Dead» se voló los sesos de un tiro. El primero en encontrar el cadáver de Dead fue otro miembro de la banda, el guitarrista Øystein Aarseth (aka Euronymus). Cuando estaba ante aquél desorden sangriento, a Euronymus no se le ocurrió otra cosa que recoger los trozos de cráneo esparcidos por la habitación. Los quería para hacerse un collar.  Como poseído por la atracción de la sangre, el guitarrista tomó una fotografía del cadáver, consciente de que aquello significaría su consagración definitiva como señor del caos.

Entrevista a Euronymus, documento único para conocer al personaje

En su delirio por convertirse en el líder del pequeño círculo (Inner Circle) de delincuentes satánicos de Oslo, Øystein abrió una tienda de discos en la calle Schweigaards que llamó Helvete (Infierno). La tienda servía también de sede para las reuniones de todos los que suscribían sus pretensiones satánicas. También fundó su propio sello discográfico bautizado como una canción de Sodom: Deathlike Silence Productions (DSP) y como únicos clientes las bandas que apostaban por los mensajes violentos y anticristianos.

Con este caldo de cultivo: fanáticos tratando de superar cada barbarie con una más atroz, estaba cantado que ponerle freno a la violencia sería casi imposible. En 1993, Øystein fue asesinado por Vag Vikernes.  Según el informe oficial, le clavó 23 veces el cuchillo: 2 veces en la cabeza, 5 en el cuello y 16 en la espalda. Vikernes tocaba en Burzum, una banda compuesta por él mismo y que había fichado para el sello de Dead. Fue sentenciado a 21 años de prisión por la quema de iglesias y por el asesinato de Aarseth y se convirtió en el lider espiritual del movimiento black metal. Desde 2009 está en libertad, aunque desde entonces ha vuelto a visitar alguna vez la prisión.

Con el asesinato de Euronymus, Mayhem zanjó su época dorada. 2 años después la banda se reformó, eso sí con un comportamiento algo más modosito. Al menos, hasta el 15 de noviembre de 2009. Ese día,  un domingo, los miembros de Mayhem llegan a la pequeña población holandesa de Tilburg donde se alojan en el Hotel Central. Les extraña que tengan reservadas habitaciones compartidas en lugar de individuales, como suele ser lo normal en las estancias del grupo. Pero no le dan demasiada importancia porque esa noche tienen concierto en el Hall of Fame.

Después del show vuelven al hotel y descubren que su manager se ha ido con el dinero y que van a tener que dormir todos juntos en habitaciones compartidas.  Los metaleros noruegos comenzaron entonces su particular aquelarre: televisiones y camas destrozadas, espejos aplastados, cortinas rasgadas, plantas arrojadas por la ventana, lavabos demolidos, sangre derramada, paredes manchadas y tuberías rotas. En total, más de 5.000 euros en desperfectos según los dueños del hotel. El lunes por la mañana, cuando un empleado descubrió el pastel, la policía arrestó a la banda y a varios miembros de su equipo.

Aquí los nuevos Mayhem, como vis siguen dando mucho miedito

Pero creo que estos destrozos tienen algo de poético porque nos retrotraen a tiempos mejores, aquellos en los que Led Zeppelin, Rolling Stones o The Who hacían de las suyas en suites de 2.000 € la noche. Evidentemente, Mayhem no son Led Zeppelin ni el Hotel Central de Tilburg es el Ritz. En realidad, es un edificio poco elegante con sólo 25 habitaciones. Sobra decir que casi con toda probabilidad Mayhem sean los únicos clientes de cierta notoriedad que se han alojado en él. A pesar de todo, las habitaciones son limpias y confortables y el restaurante-bar merece una visita. Su look art deco destaca frente al resto de los edificios en un pueblo más bien triste.

Lo peor: que algunas habitaciones no tiene su propio baño. Algo que, según cuentan, fue lo que cabreó realmente a los Mayhem.