Val Miñor-Madrid…Viena, el viaje de Iván Ferreiro

Iván Ferreiro y Amaro tocan en el bar del hotel 25hours, en Viena, Austria
Iván Ferreiro y Amaro tocan en el bar del 25hours

Iván es Viena sin la E. Me doy cuenta ya de regreso en España tras haber pasado un par de días con el compositor gallego y su hermano Amaro Ferreiro en la capital austriaca. Viena es el descanso del guerrero para los dos músicos después de 2 años sin parar de tocar adaptando formatos a escenarios idóneos. Con Iván Ferreiro recorremos Viena, una ciudad de aire imperial pero de espíritu cercano y moderno. Paseamos, olemos, probamos, escuchamos y sentimos en una urbe musical por excelencia, adusta y regia pero también venial, joven y con margen para la improvisación y la rebeldía. Han dormido 2 horas y el trayecto Cuenca-Madrid-Viena no les ha borrado la sonrisa del gesto. Vienen de promoción, sí, pero sus modos revelan que no fingen al acercarse al periodista y saludarlo con interés. Una furgoneta con el guía nos recoge en el aeropuerto y el camino hasta el hotel es expectante. Amaro viene con su novia y su Gibson acústica. Iván, con un Korg. Ambos sin parafernalia ni equipaje.

El viaje se enmarca dentro de una campaña de promoción de la ciudad de Viena como capital de la música. Ambos encarnan el cambio que se procura sobre el viajero español que ya no busca a Sisí sino su nieta, cualquier joven más interesada por el pop y la música electrónica que por la ópera. Y los hermanos Ferreiro son dos tipos normales que hacen música natural y cercana, y ahí reside su secreto. Es tan accesible que es enormemente compleja. Un reflejo de su propia personalidad, la de gente sin aspavientos, sin leyendas huecas que cincelen su carrera, transparentes como sus canciones, cada día más depojadas de innecesarios adornos instrumentales.

Ivan Ferreiro, Amaro Ferreiro, Viena, Austria
Ivan Ferreiro y su hermano Amaro cantando en Viena

Después de 20 minutos callejeando en la Van llegamos al 25hours y alucinan. Un hotel que destila modernidad en medio de una ciudad que guarda las formas. Las habitaciones están adornadas con frescos que muestran escenas del viejo circo y contienen multitud de referencias pop en forma de dibujo o adorno. Será uno de los escenarios principales de la grabación del videoclip en forma de corto que van a rodar en Viena y que musicará dos canciones nuevas del trabajo que grabarán a partir de junio: «Una inquietud persigue mi alma» y «El fin de la eternidad». Ambas formarán parte de su nuevo trabajo «Val Miñor-Madrid: Historia y cronología del mundo«. La propia estética del 25hours, las vistas desde su inmensa terraza y su aire underground son un buen ejemplo de la Viena del siglo XXI, heredera del clasicismo pero con personalidad propia. La idea es promocionar Viena cuenta el excantante de Los Piratas sin tapujos. Están tratando de abrirse y promocionarse y nos cogieron a nosotros. La idea originaria era grabar un vídeo pero nosotros no somos mucho de vídeo, así que decidimos que nos parecía más adecuado tocar en Viena y eso es lo que venimos a hacer. Les mostramos 2 temas nuevos, les parecieron bien y aquí estamos. Viena, la pomposa y wagneriana sigue presente en la ciudad en forma de Plaza de los Héroes (Heldenplatz), de edificio de la Ópera (Staatsoper) o, incluso de alguno de sus cafés, pero la Viena más iconoclasta y relativa se abre paso gracias a políticas que en su día no gustaron pero que hoy por hoy han elevado la categoría de la ciudad. El Museum Quarteir es un pedazo de Viena que hasta hace 10 años estaba lleno de recuerdos ecuestres para privilegiados. Hoy, es el lugar con más ambiente y modernidad de toda Austria. Unas antiguas caballerizas gigantes, majestuosas y rozando lo naif fueron convertidas en el Barrio de los Museos, un reducto para varias galerías de arte moderno (Leopold Museum, MUMOK y Kunsthalle) que forman un plaza amplia para el esparcimiento de los vieneses donde también tienen cabida cafés y restaurantes. Allí, ajenos a las miradas de los transeuntes, Iván y Amaro se sientan y cantan algunas canciones. Es difícil ver por aquí a gente tocando música en la calle fuera de un escenario, personas como Metodio, aquél búlgaro que un día se subió con ellos a un escenario. Hace unos años estabamos en Murcia, fuimos para dar un concierto y vimos a un tipo en la calle tocando el Strangers in the Night. Creo que era en la plaza principal de Murcia. Allí estaba el señor, un hombre mayor. Me acerqué a él para preguntarle algunas cosas pero no me hablaba, así que le dije que me llamaba Iván y eso fue lo que atrajo su atención hacía mí- cuenta como si fuera un relato de intriga. Iván se llamaba mi hermano, me dijo. Yo me llamo Metodio. El tipo tocaba de maravilla así que le pregunté cuanto se sacaba al día. Me dijo que 200 euros. Miré a mi hermano y le propuse a aquél músico que tocara con nosotros por 150. Aceptó, y cuando apareció en el auditorio se quedó flipado porque pensaba que lo habíamos contratado para tocar en un restaurante. La gente de Murcia alucinó, primero por que lo conocía de la calle y luego porque tocaba de puta madre. A los 3 meses trabajaba como director musical del teatro de Murcia. Metodio... Iván pronuncia su nombre como si lo buscara por aquella plaza, pero en el Museum Quartier no estaba, sólo había parejas tomando el sol, niños jugando con sus bicicletas y transeuntes indiferentes ante aquellos dos músicos «callejeros» y las cámaras que los estaban filmando.

Ivan Ferreiro, Amaro Ferreiro, cantando en Viena
Ivan Ferreiro y Amaro cantan en las calles de Viena

El tiempo aquellos días estuvo revuelto. Si me oyera algún hombre del tiempo de cualquier medio de comunicación me reñiría y me diría que de revuelto nada, es lo normal en la primavera centroeuropea, pues eso. Cerquita del Barrio de los Museos está el Museo de Historia Natural, nuestra próxima etapa. Dicen que lo que aquí se muestra (paleontología, insectos, botánica, peces, meteoritos), más de 15 millones de piezas, es sólo un 10% de lo que el rey Francisco I tenía en su colección privada. Allí Iván y Amaro recorren el tejado del edificio del siglo XVIII mientras admiran la historia que desprenden los tejados de Viena. Desde las alturas de aquel edificio majestuoso entiendo que Hitler quisiera anexionar el país a Alemania, uno se siente más poderoso e invencible. Pero Iván no creo que tuviera la misma sensación porque tiene vértigo, lo que hizo nuestra escalada corta.

Por los tejados del Museo de Historia Natural de Viena, Austria
Por los tejados del Museo de Historia Natural

Sé del interés de Iván por la ciencia, así que aprovecho que recorremos los pasillos de este «arca de noé» museístico para que me cuente algunas intimidades. Iván, sé que Amaro estudió y terminó la carrera de Derecho pero ¿tú si no te hubieras dedicado a la música qué serías ahora mismo?- le pregunto a bocajarro entre vitrinas llenas de restos de aves del paleolítico. Científico me responde sin titubear. Si no me hubiera dedicado a la música sería científico. Creo que hubiera sido un científico buenísimo. Mis mejores amigos son científicos. Yo soy de ciencias puras. Pero para que veas como son las cosas, estudié ciencias y acabé escribiendo. Después le cuento mi teoría de que Isaac Asimov era rockabilly y me dice que hace unos meses que está enganchado a sus libros, sobre todo los de historia. Los cámaras y realizadores del clip nos vuelven a llamar la atención, así que Iván y Amaron regresan a su papel de paisanos en Viena, de mochileros en la capital del antiguo imperio astrohungaro, de músicos haciendo que Viena suene bien.

Iván Ferreiro y Amaro Ferreiro en el hall del museo de Historia Natural de Viena, Austria
Admirando los techos del hall del Museo de Historia Natural

Comienza a atardecer aunque todavía quedan bastantes minutos para que el sol inicie su brusco descenso y tiña de azul el neogótico y neorrenacentista de los edificios de esta ciudad. Una luz que penetra por los ventanales del bar ubicado en la terraza del hotel 25hours y que sirve de telón de fondo para la grabación de los dos temas del nuevo disco de Iván Ferreiro que servirán de base para la campaña Viena es Música. Iván se sienta al piano y Amaro coge la guitarra con mimo. Es un local muy amplio con sillones de colores y formas diferentes, y con una terraza increíble para pasar las noches de primavera mientras la ciudad pasa el ajetreo a la relajación. Los dos hermanos están en un momento dulce, se sienten fuertes, optimistas y en un estado creativo de euforia. El nuevo disco creo que va a ser muy optimista- me dice Iván. En realidad no sé si bromea o va en serio, después de haber escuchado las dos canciones que acaban de registrar para el video. Creo que se da cuenta y añade –es verdad que los dos temas que trajimos a Viena no son muy alegres, de hecho son las 2 más tristes que tenemos pero habrá que hacer una selección de los veintitantos que hemos compuesto.  Sonrisas. Se va a titular Val Miñor-Madrid: Historia y cronología del mundo» y la idea es contar el mundo a través de unos tíos que sólo van de Val Miñor a Madrid, en un momento en el que parece que la mayoría de los grupos tienen una proyección internacional. Es el recorrido que mejor conocemos y creemos que la vida puede estar resumida y concentrada entre Vigo y Madrid, perfectamente, sin más. Y como en otras ocasiones vuelven a confiar en Ricky Faulkner. Sí, le hemos pasado las canciones para que haga lo que le dé la gana con ellas. A mí lo que me apetece es que llegue Ricky y me diga: esto tiene que sonar así. Queremos que sea un disco de estudio de verdad y a partir de ahí no tengo necesidad de hacer ningún disco concreto, yo ya tengo todas mis paranoias sonoras cubiertas.

Iván y Amaro grabando en el 25hours

Es uno de los mejores instantes que pasamos en Viena, difícil de superar. Iván Ferreiro cantando y tocando el piano, con el acompañamiento de su hermano a la guitarra acústica. Solos, tocando en un bar cerrado y con 5 espectadores. Un servidor y 4 fans que les acompañan en su aventura vienesa, los ganadores de un concurso organizado por la oficina de turismo. Emocionante ver sus caras mientras los hermanos Ferreiro despliegan sus encantos. Momentos en los que puedes palpar el alma de las canciones y confirmar que la música es la mejor herramienta para manipular los sentimientos.

En Viena, la hora punta pasa desapercibida, el follón circulatorio es mínimo y si hay tráfico denso uno se aguanta. Hay muy pocas cosas que alteren el día a día de una población que se toma las cosas con calma, que tiene un 4% de paro y que habita en una ciudad que está considerada como el mejor lugar para vivir. Son educados, sí, no es un mito. Lo comprobamos en uno de los tranvías que recorre la ciudad, el mejor medio para hacerse una idea general del casco urbano. Todo el mundo paga a pesar de que nadie exige el ticket. Los trenes son modernos, rápidos y puntuales. No pierden detalle ni de lo que pasa dentro ni de lo que se ve por la ventana. Me gusta la ciudad, es espectacular. Cuando eres de Vigo y ves esto flipas. Nuestras calle más ancha es su calle más estrecha. Se ve mucha historia. Me gustaría volver para ver la ciudad con tranquilidad. Como primera toma de contacto está siendo una pasada.

Iván y Amaro recorriendo Viena en tranvía.

Sin darnos cuenta nos encontramos dentro del Ring, el casco antiguo vienés. Tiene 2 kilómetros de diámetro en los que sobresale la esbelta torre de la catedral de San Esteban. Salimos desde la Stephansplatz, la plaza de la catedral que se refleja perfectamente como un presagio sobre la modernísima Haas Haus, y caminamos buscando formas de Otto Wagner y Adolf Loos, y melodías de Mozart, Beethoven, Strauss o HaydnDomgasse, Singerstrasse o Graben salen al paso. Intento averiguar qué diferencia hay entre música clásica y música ligera, si es que existe. Para mí lo más importante es que las dos utilizan las 7 únicas notas que existen (12 con semitonos). Yo creo que la diferencia es que para hacer música clásica hace falta un montón de pasta y en la pop no.  En estas que se aparece como de la nada el Hawelka, uno de los míticos cafés que jalonan esta ciudad. No importa a qué sabe el café, lo importante es la tertulia, la charleta, el periódico, el que llega y el que sale, lo que deja, su legado. Yo, y creo que Amaro también, me consiero un aprendiz continuo, vamos aprendiendo poco a poco. Este año por ejemplo en el piano he tenido una progresión muy importante. Pero no sólo en la manera de tocar, de interpertar sino de cómo veo la música: melodías, armonías, etc. es mucho más complejo –se confiesa Iván. Y retoma la anterior conversación –creo que puede haber más diferencia entre el flamenco y la música clásica que entre los clásicos y nosotros.

En el Ring, viendo pasar la vida

Todas las ciudades tienen una calle Preciados, y la de Viena se llama Kohlmarkt. Un antiguo mercado de carbón convertido en centro neurálgico de los negocios y las compras en Austria. Un montón de firmas carísimas poseen tiendas en esta avenida. Todas tienen  porteros vestidos de negro y  venden productos a precios obscenos, y lo peor de todo: los muestran en sus doble-acristalados escaparates. Es difícil no preguntarse si es justo mostrar este tipo de lujo, sólo accesible para una minoría en plena calle. Aprovecho para comentarles que no me parece que lleven mal la crisis o estafa en la que vivimos. Una crisis es un país en el que todos los ciudadanos viven como músicos, es decir que no saben lo que les va a pasar dentro de 3 meses. Antes eramos solo los músicos los que no sabíamos qué nos iba a pasar pero ahora está en crisis todo el mundo. Muy agudo. Lo que pasa es que nosotros llevamos una ventaja de 10 años y sabemos que hemos tenido discos que han funcionado bien, otros que han funcionado peor, hay otros que comienzan mal pero que al año comienzan a gustar. Lo único que puedes hacer es hacer las mejores canciones que sepas, creertelas. Superación. En metro viajamos hasta el Prater, la noria más antigua y más cinematográfica de Europa, monumento de la humanidad que debería ser si no lo es ya. No podíamos irnos de Viena sin hacerle una visita, aunque sea rápida, para probar el mecer de estos antiguos vagones de tranvía reconvertidos en atracción turística. El Prater es un parque de atracciones abierto 24 horas en el que al caer la noche probablemente descienda también el nivel de decoro. Una reserva de caza para el rey convertido en espacios de uso público desde el siglo XVIII. El olor a chocolate de las pastelerías, las melodías de violín, la aparición de algún Strauss de postín y las mil variedades del plato nacional: la salchicha, nos dispersan.

Fans grabando con un móvil durante el concierto de Iván y Amaro Ferreiro en el StrandBar Hermann de Viena, Austria
Una fan grabando con un móvil

El Canal, que se conoce en alemán como el DonauKanal es uno de los tres brazos del Danubio. Es la arteria del río más cercana al centro y su orilla bordea el casco antiguo. Multitud de locales en sus márgenes, incluso hasta una piscina, alegra la vida en la primavera y el verano de los vieneses. El StrandBar Herrmann es uno de ellos, el lugar escogido para el concierto de Iván Ferreiro y Amaro en Viena. Una hora de duración, más de 100 personas (españoles trabajando o de Erasmus en la capital austriaca, evidentemente) pusieron la guinda a una experiencia sonora de ciudad. «Turnedo», «Años 80», «El equilibro es imposible», y otros éxitos sonaron bien a orillas del canal y en un contexto propicio pero raro. Me llevo buena impresión, la gente es enrollada. Viena es un sitio abierto, está muy bien, me cuentan delante de unas cervezas Gosser al finalizar el concierto. Ahí descubro que esta ciudad para mí ya ha dejado de ser pomposa y wagneriana. Viena, la misma que sería Iván sin la E.

3 COMENTARIOS

  1. Maravilla de post y de paseo musical por Viena ¡Felicidades! Cuando vaya a Viena va a estar resonando la voz de Ivan Ferreiro por todos los rincones…

  2. que te digo yo ahora Jose Ramón? que tengo los pelos de punta al leer tu artículo mientras escucho estas canciones? Pues si, los tengo y hacía mucho que unas palabras y una música no me llenaban tanto. Pedazo de post, te felicito, lo comparto y lo que haga falta!!! Viena me gusta más hoy….Un abrazo

  3. que te digo yo ahora Jose Ramón? que tengo los pelos de punta al leer tu artículo mientras escucho estas canciones? Pues si, los tengo y hacía mucho que unas palabras y una música no me llenaban tanto. Pedazo de post, te felicito, lo comparto y lo que haga falta!!! Viena me gusta más hoy….Un abrazo

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