Las 12 mejores series que he visto en mi vida (+1 española)

diseño Mad Men, serie televisión
Mad Men, una serie de diseño.

Quien ha aterrizado recientemente en este maravilloso mundo de las series se cree que no hay vida más allá de la HBO, la FOX o la ABC actuales. Y nada más lejos de la realidad. Después de hacer un repaso por mis estanterías de DVDs y VHSs mi conclusión es que siempre se han hecho buenas series, antes y ahora. Y en un mundo dominado por la cultura audiovisual, nos han acompañado como vidas paralelas e imaginarias. Independientemente de la calidad, las series tienen un componente sentimental y vital. Es una lista de 12+1, por eso faltan muchas y no sobra ninguna.

El Who is Who de las series televisivas.
El Who is Who de las series televisivas.

12.- V 

V destaca entre el grupo de creadores de series adelantados a su tiempo. Sólo tenía 3 temporadas (las dos primeras de tan solo 2 y 3 capítulos, respectivamente) pero para mí duró una eternidad gracias a lo enrevesado y dramático de su argumento, y sus perfectos finales folletinescos. La invasión de aquellos humanoides con estética nazi,  entre los que destacaba la sensual Diana, y la lucha de un puñado de supervientes, capitaneados por el guapo Donovan, confeccionaban una lucha de poder con claras referencias a la segunda guerra mundial. Aunque la serie ha envejecido bastante mal forma parte de nuestra memoria colectiva aquella piel de lagarto debajo del rostro y los banquetes a base de ratón.

Nota al margen: No perderse la estelar actuación de Robert Englund. Un año después se convirtió en Freddy Krueger en Pesadilla en Elm Street

11.-Los problemas crecen

Siempre quise que mi familia fuera como la de Los Problemas Crecen. Yo quería ser como Mike Seaver y tener unos hermanos como Carol y Ben, pero sobre todo quería unos padres como los Seaver. Él trabajaba en casa y ella era reportera, y eran muy muy comprensivos y dialogantes, algo que, creedme, a mediados de los 80 en España era casi ciencia ficción. Esta sitcom tenía ingredientes de humor pero a mí lo que más me gustaba era soñar que podíamos ir al autocine, que nuestro instituto tuviera taquillas, que nos besáramos con chicas….todo aquello que pasaba en Los Problemas Crecen pero que era casi imposible que ocurriera en realidad. Los fans de la serie no estábamos tan equivocados, su actor principal, Kirk Cameron, fue nominado dos veces al Globo de Oro al mejor actor.

Nota al margen: Hoy Kirk Cameron es un reconocido evangelista y apologista de la fe cristiana. 

10.- Breaking Bad.- 

Llegados a este punto, más que explicar porqué me gusta Breaking Bad tendría que reflejar aquí que la hace para mí no estar entre las 5 primeras series que más me han gustado de la historia de la televisión. Pero ojo, nunca olvidéis que está entre mis 10 series favoritas. En primer lugar, creo que Breaking Bad es bastante previsible. Pese a tener un planteamiento inicial bastante original, la sucesión de hechos en ocasiones se hace demasiado familiar y previsible. Creo que algunos de sus personajes y las historias que viven hacen agua.  Atención Spoiler. Por ejemplo ¿qué hace un chaval de 15 años durante más de 48 horas en la sala de espera de un hospital mientras su tío se debate entre la vida y la muerte? ¿De verdad la mujer es un dechado de virtud y honorabilidad con las labores ocultas de su marido pero no con las de su amante? Dicho esto, creo que Walter White es un tipo brillante que solo demuestra su gran inteligencia en los primeros capítulos de la serie, después se convierte en poco menos que una ser vacilante y cada vez más decidido pero menos intelectual. Pero si por algo está entre mis 10 series favoritas es por las excelentes actuaciones de Bryan Cranston (Walter White) y de Dean Norris (su cuñado Han Schrader). Bueno, en honor a la verdad debo decir que todavía no la he terminado, me faltan un par de temporadas. Cuando la vea entera volveré a leer este pequeño texto y comprobaré si Breaking Bad debe escalar o retroceder posiciones.

9.-Alf

Antes de que se emitieran Los Simpsons en España, el humor irreverente lo ponía un peludo muñeco del planeta Melmac que aparecía cada semana en Canal +. Lo que nació como una parodia a la película de Steven Spielberg, E.T. El extraterrestre, se convirtió en un fenómeno de masas. Las historias eran hilarantes desde su génesis: un extraterrestre que cae en el patio de los Tanner después de que su planeta, Melmac, acabara destruido porque todos sus habitantes enchufaron el secador al mismo tiempo.  Su irreverencia, su ausencia de escrúpulos, la ruptura con los formalismos que hasta entonces regían los comportamientos familiares, son algunos de los elementos que hicieron que esta serie triunfara. Eso y que la serie no tiene final, al menos por ahora. La cuarta y última temporada termina con nuestro peludo amigo siendo repatriado a su planeta por dos de sus compatriotas cuando es capturado por un equipo especial del Gobierno. Eso fue en 1990. 30 años después todavía esperamos que nuestro amigo haya salvado el pellejo. Después hubo varios Spins Off pero ninguno alcanzó ni siquiera las pezuñas del original Alf.

Nota al margen:  El rostro de Alf esta basado en un animal llamado «Saiga tatarica», un antílope de Asia Central. 

8.-Juego de Tronos

Las tramas de intrigas palaciegas y amoríos entre reyes y súbditos es casi tan viejo como la literatura misma. Aunque la trama es interesante y cumple con las reglas de los folletines del siglo XIX, lo que más me gusta de Juego de Tronos es su ambientación. La recreación de un mundo entre medieval e inventado, envuelto en una factura técnica impecable, transportan con una facilidad asombrosa al espectador a mundos imaginarios que podrían perfectamente hallarse en algún lugar mundano. Quizá lo basto de la saga literaria, hace que muchos personajes se pierdan en hilos descriptivos demasiado débiles pero, sin duda, la obra magna de George R R Martin tiene un fiel exponente en la televisión. Más allá o no de sus escenarios preciosistas o su ajuste al libro, la serie para televisión de Juego de Tronos me ha hecho odiar personajes y lamentar la pérdida de otros, algo muy difícil y en lo que para mí radica el éxito de una buena historia.

7.- El Ala Oeste de la Casa Blanca

Si tuvieramos que definir El Ala Oeste de la Casa Blanca con una palabra, esa sería trepidante. A pesar de que hay muchos defensores de la hija menor de Aaron Sorkin, Newsroom, compararla con El Ala Oeste sería poco menos que una osadía. La serie protagonizada por Martin Sheen, en el papel de Presidente de los EE.UU.,  cuenta con cierta realidad los tejemanejes de la administración norteamericana en la que demócratas y repúblicanos pueden unir fuerzas y vetar cualquier iniciativa presidencial en el Congreso y el Senado. Lo vertiginoso de sus argumentos mezclan la lucha de clases con la hipocresía política y las contradicciones personales. Aquí los escenarios y las vestiduras de la imagen importan poco, todo rinde pleitesía al guión, a los diálogos, a la palabra escrita hecha declamación por un reparto de actores brillantes. No lo digo yo si no los 26 premios Grammy que tiene en su haber, empatando como la serie más premiada de la historia junto con Canción Triste de Hill Street.

Nota al margen: El Ala Oeste de la Casa Blanca es el lugar donde se ubica el despacho del Presidente (despacho oval) y la sala de reuniones de su gabinete. 

6.-Mis Terrores Favoritos

Aunque no es propiamente una serie de televisión sino una especie de filmografía comentada, no sería justo si no añadiera la genial selección de Chicho Ibáñez Serrador entre mis series favoritas. El maestro Chicho Ibáñez Serrador ya había probado fortuna con sus versiones teatralizadas en la radio, en la SER, y con aquella Historias para no dormir. Pero Mis Terrores Favoritos era una introducción al género del terror en unos años donde la censura franquista aún dormitaba en los medios. Sólo sus hilarantes presentaciones ya merecían la pena por sí solas. Era 1981, yo tenía 9 años y a través del reflejo en el cristal de la puerta de mi dormitorio pude ver por primera vez Psicosis, La Semilla del Diablo, Drácula, El Increible Hombre Menguante, La invasión de los Ladrones de Cuerpos, y un largo etcétera, solo interrumpido cada vez que mi madre o mi padre me cerraba la puerta del dormitorio. Aún así, sigiloso volvía a dejarla de par en par para que hiciera las veces de improvisada pantalla de cine. Serrador fue un innovador y lo demostró sobradamente a lo largo de toda su carrera. Fue el primero que supo tocar aquél resorte del miedo en la ficción. España salía de una dictadura, del miedo real, ya era hora de traspasar todo ese temor a la ficción y dejar paso a la España en color. Luego en 1994 se hizo una nueva versión del programa. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que, aparte de que me descubriera el fantástico mundo de las historias de terror, Historias para no Dormir me gustaba por el despiadado humor que desprendía Serrador y su enorme poder de ridiculizar al más serio de los artistas.

Nota al margen: Cuando salían los dos rombos es que se avecinaba algo televisivamente interesante. 

5.- Los Soprano.- 

Los Soprano traspasan la zona sensible de mi historia seriófila. Siempre que me preguntan qué tiene Los Soprano hago la misma pragmática reflexión. «¿Has visto El Padrino? ¿Te gustó? Pues es como si pudieras ver un Padrino casi sin fin». Y lo cierto es que aquél final no acabó por redondear una serie hasta entonces perfecta. Pero es precisamente su imperfección, el saber que los malos también pierden, que el salvajismo también tiene un resquicio para el amor o que el perdón también entra en el vocabulario de las bandas mafiosas lo que hace grande a Los Soprano. David Chase se merece el nobel de las artes por haber creado una familia que no existe pero que podría vivir en cualquier de nuestras modernas urbes. Familias que se enfrentan a la grandeza de los sentimientos sin chaleco antibalas. Es justo reconocer que esta serie es más que James Gandolfini pero también que muy probablemente su genial guión haya hecho más por el actor que al contrario.

4.- Aquellos maravillosos años

En la esquizofrenia de los años 80, Aquellos maravillosos años nos aportaba la nostalgia a unos críos que todavía no tenían edad ni para afeitarse. Pero así es la tele amigos, de repente te vuelve sensiblón. De esta serie me quedo con tres elementos que la convirtieron en fundamental en mi educación audiovisual:

  1. La narración en primera persona: Aquella voz en off, genialmente doblada por Armando Carreras nos iba metiendo en cada trama al tiempo que ofrecía el punto de vista del personaje, pero también sus pensamientos y sentimientos.
  2. La banda sonora: La cabecera de Joe Cocker con With little help with my friends era solo un aperitivo a todo un despliegue musical de los 50. Por allí pasaron The Byrds, The Doors, Beach Boys o Percy Slegde.
  3. No era una sitcom: Hasta aquel momento, todas mis series favoritas habían sido comedias. Aquellos maravillosos años, sin embargo no lo era. Era una serie que a veces te hacía reir, pero otras muchas te hacía llorar, emocionarte o te enfurecía. La adolescencia es una edad difícil, y yo creo que aquella fantástica serie contribuyó para muchos desde la tarde de los sábados a hacernos más llevadero el acné vital.

Joder, aquél tipo sabía lo que nos ocurría a los imberbes y lo contaba de una manera magistral, con un sencillez asombrosa.

Nota al margen: La serie ganó muchos premios entre ellos el de Mejor Serie y Mejor Director y estuvo nominada a decenas más. Por cierto, no, el mejor amigo de Kevin, el de las gafas de pasta negra no es Marilyn Mason. Se llama Josh Saviano y es un repurtado abogado de Nueva York. 

3.- Lost

Lost es un puzzle. Fue la serie tras cuyo visionado pasé de espectador a convertirme en freak. Y de repente, comienzas a ver cómo las piezas encajan. No exagero si escribo que algunos de sus capítulos me parecen verdadera poesía y que la emoción y la intriga pocas veces han alcanzado un clímax superior en la pequeña pantalla. Sé que mucha gente se quedó por el camino pero era precisamente eso lo que me obligaba a estar enganchado. Lo mismo que hacía a otros desistir de continuar viendo la serie. Sus continuos flashbacks, sainetes dentro de la gran historia iluminaban por partes la escena. Los forwards te ponían el caramelo en la boca para quitártelo antes de cerrar la boca. Ambos recursos narrativos son búsquedas de tesoros ocultos en cuevas inexploradas, y otras veces terrenos trillados pero vistos con nuevos ojos. Como los genios, JJ Abrams no volverá a hacer un producto igual de brillante, por mucho que se empeñe.

2.- The Wire

The wire es rock and roll. Una energía liberada que muestra certezas. La serie de David Simon probablemente sea lo más real que se haya escrito para televisión. En ella, los buenos casi nunca ganan y los malos también pierden. Es la encarnación del bien y el mal como dos polos opuestos a punto de tocarse. Nunca lo hacen pero están muy cerca. Sus cinco temporadas son un retrato de lo turbio que es el mundo urbano en el que vivimos. Sí, el mismo que nosotros hemos creado y que no hacemos nada para cambiar. Las drogas, la corrupción, la policía, la educación y los medios de comunicación como las partes de un Frankestein construido con el fin de destruirnos, como la máquina perfecta para generar pobreza, desigualdad, rencor y venganza. Lo siento pero en The Wire toda la ternura es fingida, el amor es fictio y los besos duran lo que dura una resaca. Esto es la vida real, la zancadilla continua, el aprendizaje a base de palos. Y, aunque no queramos verlo, ahí detrás del plasma estamos nosotros, con otras ropas y otros gestos pero con la misma carne y la misma ambición.

1.- Los Simpsons

No os creáis que ha sido fácil elegir la serie que más me ha gustado de todas las que he visto en mi vida. Ha sido duro. Al final he tenido que aplicar una metolodogía infalible que implica desnudar completamente el sentimiento televisivo y ser absolutamente sincero. La pregunta que me hice, después de dar muchas vueltas fue: «¿Cuál sería la serie que nunca, nunca jamás me aburría de ver?» Tacháaaaaaannnnn: Los Simpsons. No hace falta decir que ya he hecho la prueba asistiendo impasible a las miles de repeticiones a las que un día en Antena 3 y otro en Neox nos tiene acostumbrados la cadena triste. Los Simpsons son, después de 24 años, uno de los programas más vistos de la televisión en España. Es raro el día que no supera el millón y medio de espectadores y eso que la mayoría de los episodios los han emitido miles de veces. Hasta los especiales de Halloween me encantan. Y siento devoción por el jefe Wiggum, el director Skinner, Ken Brockman y el alcalde Quimby.

+1 española.- Aquí no hay quien viva

En realidad está al margen porque quizá podría considerarla como la mejor serie de televisión que se ha hecho nunca. Si has leído las anteriores posiciones te habrás dado cuenta de que va más allá de características técnicas, repartos más o menos adecuados o guiones ideales. Si hablamos de hacer pasar un rato agradable, entretenido y fascinante, la serie producida por José Luis Moreno podría ser la vencedora. Una parodia de un vecindario donde todos son envidias, rencores y malos rollos se ha aparece como una historia en la que nos vemos todos reflejados pero con distancia. Los problemas los tienen otros, nos reímos de los demás porque en ellos nos sentimos reflejados. Las había más cool pero también peores, más frías. Aquí no hay quien viva es más que una colección de chistes, es un cachondeo. Y ahí no hay quien nos gane.

8 COMENTARIOS

  1. Me parece pecado, pecado, no poner Doctor en Alaska, aunque sea una mención «especial». (Obviamente, cada uno tiene su opinión) Curiosamente, hace poco vi unos cuantos capítulos de Los problemas crecen, y me sigue pareciendo divertida. Nunca lo habría pensado.

  2. Tienes que ver más series si sólo escribes de las que has visto!! Porque te faltan muchas.. fíjate en aquellas que no han tenido éxito en España y ¡zas! son las mejores. «24» es la cabeza de la saga. Aún así, genial el artículo, canal Nostalgia.

  3. creo que las he visto todas, y admito que todas son muy buenas, de las españolas supongo que se ha olvidado otra que me parece que es muy buena, y es «la que se avecina» creo que los dialogos y los guionistas son bueníisimos.
    os voy a dejar enlace de mi pagina web de hoteles con encanto
    muchas gracias y un saludo
    http://www.notodohoteles.com

  4. Muy interesante el listado, por supuesto yo sacaría algunas y metería otras, pero muchas de mis preferidas están ahí, en los tres primeros puestos estamos de acuerdo. Saludos, teleadictos.

  5. De todas las que comentas la favorita es Breaking Bad, lo tiene todo: buen guión, unos actorazos y una trama que no pierde lustre nunca. Maravillosa! Buena colección.

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