Dejamos atrás Amman y Petra, y continuamos nuestro viaje por Jordania. En este caso recorreremos en un mismo día, la parte de mayor altitud del país y la zona más profunda no sólo de Jordania sino del mundo. De Wadi Rum al mar Muerto, dejando un hueco para los relajantes y curativos balnearios de Ma’in.
De Petra a Wadi Rum hay unas 3 horas en coche. Es un recorrido entre tierras desérticas, donde la arena y la piedra bailan juntas. Terreno desabrigado e inhóspito, de vez en cuando salpicado por algún puesto beduino.
Wadi Rum, también conocido como el Valle de la Luna, es un valle desértico situado a más de 1.600 metros de altitud, en medio de una región montañosa. Hay que adentrarse en él para disfrutar de la tranquilidad de los espacios vacíos y sin límites. Es una experiencia explorar los cañones y descubrir dibujos que hace más de 4.000 años alguien tatuó en unas piedras que ahora son vigias del paso del tiempo.
Un recorrido en 4×4 de 3 horas es una buena manera de contemplar su belleza y dejarse someter por su poder. No debemos poner a prueba la capacidad del cuerpo humano, tengamos en cuenta las horas para que el sol de mediodia no nos castigue de manera cruel en mitad de la nada. Finalizar la experiencia en camello nos hará sentir como Lawrence de Arabia, del que hablaremos largo y tendido en próximas crónicas específicas sobre Wadi Rum.
Dormir bajo las estrellas y sobre la arena de una hamada es un embrujo cautivador y mágico.
Es lo que tiene Jordania, qué en 5 horas pasas de estar en el lugar con mayor altitud del país a hundirte en lo más profundo de la tierra.
El mar Muerto es un lago salado situado a 416,5 m bajo el nivel del mar. Toca Jordania, Israel y los territorios Palestinos y recibe del río Jordán, la mayoría del agua. Su orografía le otorga una belleza casi de otro mundo. Hoy día la zona no está muy poblada y se mantiene en relativa calma, pero en la antigüedad se cree que fue cuna de cinco ciudades bíblicas: Sodoma, Gomorra, Adama, Seboim y Segor.
Con diez veces más de sal que el resto de los mares del planeta, sus aguas son ricas en sales clorhídricas como el magnesio, sodio, potasio y bromo, entre otros minerales. Su riqueza mineral y su templada temperatura, han despertado la atracción de muchos visitantes desde tiempos remotos. Hasta el rey Herodes y Cleopatra pasaron por aquí.
El mar Muerto es uno de los candidatos para conseguir ser una de las 7 Nuevas Maravillas de la Naturaleza.
Y muy cerquita, a 30 minutos en coche hay otro lugar increiblemente bello y saludable. El agua termal de Hammamat Ma’in, situada a 264 metros bajo el nivel del mar, es uno de los oasis más impresionantes del mundo.
Sus aguas minerales brotan de cataratas hipertermales que llegan a alcanzar los 63 grados centígrados y que sobrecogen al contemplarlas y oir su crepitar.
Si además puedes alojarte en el hotel más caro de Jordania, el Evason Ma’in Hot Springs, el relax soñado se hace realidad….pero esa es otra historia.
Hammamat Ma’in, Jordania, 10 de julio de 2011
«Dormir bajo las estrellas y sobre la arena de una hamada es un embrujo cautivador y mágico».
No tengo ninguna duda, dormir bajo las estrellas es una de las cosas que más me gusta hacer. Aunque luego duerma poco y prefiera quedarme contemplándolas, casi enamorado de ellas. Jordania tiene que ser un lugar magnífico para un idilio con el firmamento.
Es verdad eso de que el desierto engancha, y ¡de qué manera!
Experiencia única muy recomendable.
Eres muy afortunado, y lo peor es que lo sabes, ;D
Soy consciente e intento exprimirlo al máximo.