Y allí estaba yo, camiseta de Ted Nugent, bigote a lo Charles Bronson, pantalones pitillos con las rodillas al aire tipo Metallica años 80, y zapatillas modelo heavy californiano. Enfrente, una chica mona con camisa blanca de manga corta (no blanco amarillento, blanco nieve) y un pañuelo rojo con franjas azulonas anudado al cuello. Había tardado en dar con ella pero allí estaba. Era la guardiana del templo del aeropuerto, el ansiado oasis entre el ajetreo, la creme de la creme.…la sala VIP.
Sí amigos, aquí donde me veis, con esta cara y esta actitud más bien macarrilla, este servidor que os escribe voló en business. No sabéis lo bien que sienta por un día quedar por encima de la chusma y saber que a golpe de billete eres el rey del Mambo, que las azafatas se rinden a tus pies al pasar, que los azafatos hasta te sonríen y que, al menos por una vez, no vas a llegar con hambre a tu destino.
Llevar traje y viajar en business no tiene mérito, ahora hacerlo en camiseta y zapatillas es una peineta en toda regla al sistema. Fuck you bastard! pensaba mientras la azafata cerraba la cortina de velcro detrás de mi asiento como si fuera el muro que separaba a los privilegiados del resto de la plebe.
Como diría un periodista convencional: todo ocurrió en el aeropuerto de Ginebra, y fue posible gracias a Swiss Air durante un viaje a Saas Fee. Anteriormente, en concreto en Zurich me había quedado con las ganas pero en esta ocasión pude verificar algunas cosas. Primero que las salas VIPS existen de verdad y segundo comprobar los pros y los contras de un billete business. A priori pensé que viajar en clase alta en un avión no tendría contras pero claro, si hay un billete superior, el de Primera, es que algún contra debe tener.
PROS de viajar en Business
–Puedes comer lo que quieras.-
Bueno, esto es un eufemismo. En realidad puedes comer todo lo quieras de lo que está disponible, claro. En la sala VIP del aeropuerto de Ginebra había trozos de pizza, bocaditos salados de tomate y atún y otras variedades y cosas para picar. También había gominolas para los niños y otras golosinas.
-Te sientas en sillones de cuero.-
El cuero es lo que diferencia a la gente con clase de la chusma. El pueblo se sienta en escay (vaya invento el escay en el que te quedabas pegado durante las siestas de verano) mientras que la gente de dinero apoya su trasero en asientos de piel. Si tienes billete en primera clase, en la sala VIP te esperan varias decenas de asientos de cuero que además tienen su propio hilo musical y su conexión a internet.
-Pasearte con pintas.-
Esto es lo mejor. Cuanto más macarra vayas más te miraran. Los demás se revolverán en sus asientos pensando ¡qué hace este tipo aquí! cuando en realidad quieren decir ¡cómo han dejado entrar a este colgado en mis dominios! En un lugar donde la mayoría son mujeres con joyas y hombres con trajes caros, o al menos eso es lo que se espera, aparecer con una vieja camiseta de redecilla y unas botas militares puede estar cerca del escándalo y de la insumisión. Me encanta.
-Tus maletas salen las primeras en la cinta.-
Esta fue una de las sorpresas. Cuando aterrizó en Madrid mi vuelo de Swiss, mi maleta, creo que por primera vez en mi vida salió la primera por la cinta. Si tienes un billete en Business, evitas no sólo esperas sino también comerte la cabeza pensando que han podido perder el equipaje.
-Puedes llevar más kilos que el común de los mortales.-
Sobre todo para los compradores o los que cuando van de viaje se llevan media casa a cuestas es el mejor de los beneficios. Como equipaje de mano puedes llevar dos bolsos de 8 kilos cada uno y puedes facturar dos maletas de ¡atención! 32 kilogramos cada uno. Vamos que si vas de viaje y te llevas más de 62 kilos de equipaje es para quedarte en tierra.
-Preferencia de facturación, embarque y desembarque.-
Pues eso, que tienes sólo para ti una fila exclusiva en la que facturar tu equipaje en el aeropuerto, y como en business suele haber pocos asientos pues no tendrás que guardar cola prácticamente. Luego al embarcar también tienes preferencia, y al salir del avión serás de nuevo el number one.
-Comida auténtica durante el vuelo.-
La comida es de verdad y no de plástico. La prueba es que no te ponen cubiertos de plástico sino de metal, y el vidrio es auténtico. Yo comí ternera con patatas, tapas variadas de queso, pan recién hecho y de postre souflé de chocolate. Por supuesto, puedes pedir cualquier bebida. Yo puedo decir que me tomé un par de cubatas y alguna cerveza. Sí, llamadme borracho pero nunca se sabe cuando va a ser la última.
-Mucho espacio.-
Acostumbrado a viajar en latas de sardina, menos cuando he cruzado el Atlántico, tener espacio para las piernas era como un sueño. Durante las horas que duró mi vuelo en business Ginebra-Madrid, me sentía como perdido con tanto espacio. También influyó que mi asiento contiguo estaba vacío.
CONTRAS de volar en Business.-
–El sentirte superior.-
Estas cosas sólo nos pasan a los que somos un poco nenas, pero qué le vamos a hacer. Fueras de bromas, a mí eso de sentirme superior a los demás y que se marque la diferencia de una manera tan específica no me gusta, además no creo que sea bueno para nadie. Espero que esto como las baterías y el efecto memoria no me deje rastro en mi cerebro. Y la azafata venga cerrar la cortina que nos separaba del resto del pasaje….y yo venga abrirla.
-Hace frío en cualquier época del año.-
Sí, y no sólo por estar en Ginebra, es que el aire acondicionado es mortal. Está a una temperatura que deberían incluir con el billete de avión físico una manta.
-Las revistas no molan. –
Creo que había una sobre joyas, otra de relojes y otra de coches de diseño o algo así. En cualquier caso no había ninguna normal. Demasiado lujo. Ni siquiera pido El Jueves o el Cuore pero hombre al menos un This Is Rock o un Conde Nast Traveler.
-Windows.-
Los ordenadores, muchos, de la sala VIP tienen Windows instalado. Con esto te lo digo todo.
–No hay wifi.-
Con lo que vale un billete en business, casi 200 euros más que uno turista, ya podían tenerlo. Imagino que con el tiempo se instalará.
Para que os hagáis una idea algo más gráfica de lo que es viajar en la clase intermedia entre turista y primera os dejo un video del amigo Andrew que grabó mientras el volaba en business con Swiss.
Y pensad una cosa queridos amigos, este tipo podría ser yo. ¿No os da envidia?
Bendiciones.
Nunca he viajado en la clase business pero supongo que la experiencia debe ser mucho mejor que los viajes como turista. Les recomiendo unas escapadas a Uruguay.
Saludos.
Bueno, para mí otro de los contras y peores que habría en la clase Business y sala VIP al menos para mí que estoy en el paro y cobrando dos ayudas que me hacen sólo 660 € al mes es lo caro que llega a valer el billete ahí, yo en ese sentido preferiría más la clase turista que es la que más me pueden permitir mis ingresos.
Yo también estube en la sala VIP y creo que podría acostumbrarme sin problemas y Daniel también.