Portugal siempre es un respiro, una bocanada de aire puro, una desconexión pero, sobre todo, un país en el que sentirse muy feliz. Especialmente en Cascais, una coqueta y elegante villa portuguesa muy cerca de la capital lisboeta (a unos 30 kilómetros). Fue de las primeras ciudades lusas en encontrar en el turismo un abanico de posibilidades de futuro. Ya lo anticiparon las decenas de familias reales y aristócratas que, amenazados por la Segunda Guerra Mundial, trasladaron su hogar aquí. ¿Las razones? Como diría Sabina, sobran los motivos para la realeza de entonces y para los viajeros de ahora. Son más de 3 millones de personas las que, cada año, pasean por sus empedradas calles, se bañan en sus coquetas praias o saborean sus tradicionales gelados Santini tras degustar los mejores pulpos del país. En Semana Santa es el destino preferido para muchos españoles porque, como me contó Alexander, guía de Cascais, «sólo escuchas hablar español por las calles, playas y restaurantes». Cascais es garantía de inversión del tiempo, de relax y, sobre todo, de felicidad. Aquí os dejo 15 razones para visitar Cascais, la costa real de Riviera Portuguesa.
«Cascais, una razón para ir y muchas para quedarte»
Fue refugio de reyes y espías europeos
Cascais tiene 650 años de historia. A pesar del paso de los siglos, conserva su sofisticado ambiente que la convierte en la Riviera Portuguesa. Siempre ha seducido a nobles y aristócratas, sobre todo, durante la Segunda Guerra Mundial. Acogió a muchas familias reales que fijaron aquí su residencia ya que Portugal se había declarado neutra. Carismáticos artistas y celebridades europeos buscaban un buen refugio, seguro donde vivir. El sitio perfecto que ofrecía Cascais. La ciudad se «inundó» también de espías, servicios de inteligencias de ambos bandos, de alemanes y aliados que intentaban sonsacarse la máxima información los unos a los otros.
Está llena de museos
- El Museo Casa Santa María a escasos metros del Faro Santa Marta. Las vistas exteriores representan una de las postales más típicas de Cascais. Es uno de los museos más reclamados por los turistas. Dentro suele haber exposiciones y conferencias, se presentan libros y se dan cursos. En este edificio se alojaron ilustres personajes como los condes de Barcelona o los duques de Windsor.
- El Museo Biblioteca Condes de Castro-Guimarâes , museo municipal, es un atractivo edificio a los pies del mar, en las inmediaciones del Parque Marechal Carmona.
- El Museo del Mar. ¿Imprescindible, no? Dada la estrecha relación entre la ciudad y el mar, la navegación y la pesca es lógico que se haga visible en este centro. En él, encontraréis mapas antiguos, el atuendo de los pescadores de otras épocas, diferentes modelos de embarcaciones y tesoros recuperados tras el naufragio de navíos cerca de la costa portuguesa.
- La Cidadela de Cacais. Es una impresionante fortificación del siglo XV que protegía la Bahía. Hoy hay un hotel cinco estrellas , el Pousada da Ciudadela, el centro de arte Art District y el Museo da Presidência, la antigua residencia de verano de la corona portuguesa. Actualmente es una de las residencias oficiales de Presidencia de la República.
- El Forte de S. Jorge de Oitavos. La fortificación descansa sobre el acantilado y mira al mar. Se construyó para defender a los vecinos de posibles invasores que se aproximaban por mar a la boca del Tajo.
- La Casa das Histórias de Paula Rego, dedicado a la pintura portuguesa del mismo nombre.
- El Centro Cultural de Cascais, ubicado en el Convento de Nossa Senhora da Piedade. Un soberbio edificio reformado por el arquitecto Jorge Silva. Alberga la mayoría de las exposiciones temporales que puedes visitar en Cascais.
Conviven mansiones y palacios con más de 100 años de antigüedad
Retrocedamos hasta 1870 , cuando el rey don Luis decidió instalarse en el Palacio de la Ciudadela para estar más cerca del mar. Lo declaró su lugar favorito de vacaciones. Después harían lo mismo otros miembros de la corte. Poco a poco, en otras zonas costeras de Europa surgieron centros turísticos marítimos como el de Cascais, por los beneficios que tenía para la salud. Familias aristócratas se hicieron con tierras en la villa portuguesa donde levantaron bellas y misteriosas mansiones. En ellas, reunían a la jet set europea y organizarían fiestas llenas de secretos, espías y romances. Entre las mansiones que puedes visitar en Cascais no te puedes perder la brutal Palmela House, inspirada en el estilo británico neogótico de sus mansiones reales. Espectacular; el Duques de Loulé House, convertido en el elegante y prestigioso Hotel Albatroz y la sofisticada Guest Houseda Pergola, construída en 1916 y hotel desde hace 30 años.
Escritores y cineastas han caído rendidos a sus pies
Su particular ambiente inspiró al escritor Ian Fleming, agente secreto inglés destinado a Estoril (pegado a Cascais, a 2 kms). Se alojó en el histórico Hotel Palacio donde escribió la primera novela que protagoniza el espía más famoso de todos los tiempos: James Bond, OO7. El hotel fue creado en 1930 y desde entonces guarda secretos de intriga y espionaje que lo ha convertido también en escenario de películas, como 007 Al servicio de su majestad. Hoy en día, este alojamiento recibe a jefes de Estado, nobleza europea, artistas y grandes escritores.
Puedes tocar el cielo desde el Faro Santa Marta
Formaba parte del fuerte de Santa Marta que en 2007 se convirtió en museo. Desde la parte superior, en el balcón del faro, tienes unas de las mejores vistas panorámicas de la bahía de Cascais. En su interior podrás conocer la vida que llevaban los antiguos fareros, la tecnología y la historia a lo largo de los tiempos. El faro es de 1864. Se puede visitar de 10 a 17, salvo los lunes y festivos. A lo largo de toda la costa portuguesa se erigen más de medio centenar de faros que se pueden visitar gratuitamente en mayo, el día de los faros que suele celebrarse en la primera quincena.
Su centro histórico es muy fotogénico
En sus calles, el olor a mar te seduce, la arquitectura con sello manuelino te engancha y el ambiente cautiva. Ten la cámara a mano para llevarte un trocito de armonía entre la ciudad y el mar. No hay nada más agradable como pasear por su tradicionales baldosas como olas sobre mar , como por ejemplo desde la plaza del Ayuntamiento hasta una de las principales calles del casco histórico, la rua Frederico Arouca.
Puedes visitar la boca del infierno
La primera sensación que invadió mi cuerpo al ver la Boca do Inferno fue de paz y sobresalto. Paz, por la tranquilidad del lugar. Sobresalto, por la fuerza con la que las olas golpeaban cada pocos segundos las rocas. En ellas, los pescadores siempre encuentran hueco donde prueban suerte cada día para pescar el mejor pulpo del país. «Hay muchos lo que ocurre es que cada vez pescamos menos porque hay más caza con submarinos», me dijo Joao, un veterano pescador que lleva décadas ganándose la vida y que esta vez tuvo suerte. «Cógelo, no tengas miedo. Ten cuidado que pesa, aunque parezca pequeño. Puede pesar entre 4 y 5 kilos», me dijo Joao tras pasarme el primer pulpo que he tenido en mis manos. ¡Vaya si pesaba! Además de pescar, no hay atardecer más bonito que el que puedas disfrutar desde aquí. También es un buen sitio para disfrutar de la Bahía de Cascais, lo primero que avistaban los navíos al acercarse al Tajo. Y la última imagen que se llevaban de Portugal, como hacían los primeros descubridores buscando tesoros a África y América?
La Boca do Inferno guarda una bonita y curiosa leyenda en la que un mago se casó con la doncella más bella de la región. Ella pasaba de él. Cansado de su indiferencia, la encerró con los ojos vendados en una torre custodiada por un caballero. A la primera persona que vio cuando se quitó la venda fue al guardián. El flechazo fue inmediato y ambos huyeron de la torre. El mago, molesto, convocó una tormenta sobre ellos, las rocas se abrieron tragándose a la desafortunada pareja. Nunca más se cerraron.
Es un solarium natural con playas de clase alta
Muchos turistas que visitan Cascais lo hacen buscando las mejores playas de Portugal. Son un gran reclamo. La mayoría de ellas se han ganado la bandera azul de la Unión Europea. Quality Coast y la bandera ECO XXI avalan la sostenibilidad de las zonas costeras de Europea. Las playas más céntricas de Cascais son la Rainha, con unas vistas panorámicas inigualables de la villa; la de la Duquesa y la de la Conceiçâo, perfecta para las familias y la de las Moitas. Todas están muy bien acondicionadas con sus duchas, tumbonas y, lo importante, sus chiringuitos. De hecho, de una a otra se puede ir por su agradable paseo marítimo. Un paseo muy recomendado al atardecer. Muy cerca también puedes disfrutar de las playas Tamariz, de la Azarujinha, de Sâo Pedro, de Avencas, de Parede y de Caravelos, una de las más populares de la costa lisboeta. Ten en cuenta que son pequeñitas. Es conveniente no llegar muy tarde para asegurarse un buen sitio.
Si lo tuyo es el surf, la playa del Guincho es la apropiada. ¡Agárrate bien! Si por algo destaca el entorno que la rodea es por el vientazo que hace en la zona, perfecto para practicar este deporte. Si sigues hacia el norte te encontrarás con la playa del Abano y de la Cresmina. ¡Será por playas! ¡Ah! Por último un secreto. Si vas con coche, a unos 20 kilómetros al norte de Cascais tienes la playa de Adraga donde van los habitantes locales para huir del turismo.
Es el rincón europeo más cercano a América
El Cabo da Roca es un privilegiado mirador que controla la grandeza del océano Atlántico. Y lo hace desde la parte más occidental del continente europeo. Es la tierra más cercana a América. Las frías aguas atlánticas bañan este imponente acantilado que todos los turistas aman. Se levanta a 150 metros del mar, a unos 15 kilómetros al norte de Cascais. Para llegar a él, hay que ir en coche y tomar la carretera N-247, una carretera que atraviesa el Parque Natural de Sintra-Cascais donde está integrado. Lo aconsejable es visitarlo por la mañana, no más tarde de las 16. A partir de esa hora, bajan las nubes y no se ve nada.
Mercado tradicional con muchos productos frescos
Cada día, de 8 a 14, podrás comprar pescado rico y fresco de primera calidad, frutas, verduras y flores en el tradicional Mercado da Vila. Desde 1952, portugueses y extranjeros hacen acopio de los mejores productos de la tierra. Aunque la verdadera y pintoresca estampa del mercado la encontrarás los miércoles y sábados por la mañana. Muchos comerciantes de regiones colindantes se desplazan a Cascais para vender también aquí sus productos. También los miércoles por la mañana, en las inmediaciones del mercado se celebra el típico mercadillo donde puedes comprar desde colchas hasta zapatillas o una sartén. Por si no fuera suficiente, si viajas la segunda quincena de julio puedes visitar el Cascais el «Mercado de la Sardina» o si lo haces en octubre, el «mercado de otoño». Y atención que viene lo más importante, si vas a finales de agosto se celebra «el mercado de la cerveza artesanal». Este año será del 30 de agosto al 2 de septiembre.
Comerás el pulpo más delicioso de tu vida
Además de todas las razones anteriores para ir, anota otra y muy importante: Cascais es un destino gastronómico sin igual. El pulpo aquí está delicioso. Para que os hagáis una idea, nueve de cada diez embarcaciones en Cascais se dedican a la pesca del pulpo. Es uno de sus productos estrella. Por eso, no puedes (o no deberías) regresar sin probar algunos de los muchos y variados platos que ofrecen sus restaurantes. Como el Polvo Vadio, a escasos metros de la plaza del ayuntamiento. Es un local más bien pequeño y por eso os aconsejo reservar con antelación para aseguraos una mesa. Entre sus platos estrella: las migas de pulpo, arroz de pulpo y uno de los más tradicionales de la cocina portuguesa, el «polvo al Lagareiro», una de las recetas más exquisitas de Portugal. El pulpo es cocido, después pasado por la parrilla y regado de aceite de oliva para adquirir una deliciosa y crujiente textura. Antes de pasar al restaurante, si vais con tiempo, os podéis tomar una Sagres o una copa del refinado y digestivo vino Carcavelos en la Taberna Clandestina, justo enfrente del restaurante.
Otra de las tabernas que te aconsejo visitar en Cascais, la antigua taberna de pescadores «O Pescador» . Uno de los rincones favoritos de reyes, aristócratas y artistas. Los reyes eméritos, Mick Jagger, Al Pacino, Julio Iglesias… han caído rendido a sus suculentos platos.
Al atardecer, te aconsejo disfrutar del atardecer en la sofisticada y moderna Marina de Cascais. Hay muchos bares y restaurantes, como el restaurante María Pia, en el Club Nautico.
Diversión con sus ferias y festivales
- En verano, durante varias semanas del julio, artistas nacionales e internacionales participan en el Festival EDP COOL JAZZ que se celebra el Hipódromo Manuel Possolo, en las inmediaciones del Parque Marechal Carmona. Conciertos de jazz, soul y pop que , cada año, atraen más público para ver artistas de la talla de Tom Jones, Diana Krall o Jaime Cullum, artistas que han participado en esta última edición.
- En agosto se celebran las Fiestas del Mar. Suelen ser la segunda quincena de mes. Este año, del 17 al 26 . Diez días de conciertos (música portuguesa) y actividades que reúnen a medio millón de personas. Las fiestas terminan con una procesión por la ciudad y mar en honor a Nossa Senhora dos Navegantes (Nuestra Señora de los Navegantes).
Ha sido Capital Europea de la Juventud
En 2018 supuso un gran foco de atracción. Cascais es la sexta ciudad más grande de Portugal. En ella viven 200.000 personas. Muchos de ellos, jóvenes. Para que os hagáis una idea, cuatro de cada diez tienen menos de 35 años. Lo que significa que es una de las ciudades lusas que más ha crecido en la última década. A lo largo de todo el año, congregó a jóvenes de países europeos en las numerosas actividades culturales como conciertos, encuentros y foros de debate.
Es muy accesible llegar
La atractiva villa portuguesa está situada en la costa occidental portuguesa, en el punto más extremo de Europa. Si vas en coche, la encontrarás a 30 kilómetros al oeste, en la orilla norte del estuario del río Tajo. Tienes dos opciones: ir por la Nacional 6 o por A5. Ten en cuenta que en Cascais no hay muchas plazas de aparcamiento. Y los parkings son bastante caros.
Por lo que otra buena opción, si vas a pasar el día, es coger el tren. Es una distancia corta que recorre la línea costera de Lisboa. Los trenes salen cada veinte minutos, de 6 a 1 de la madrugada, desde la estación lisboeta Cais do Sodré. Hace parada en Carcavelos, Parede, Estoril, Monte Estoril y termina en el centro de Cascais. No se reserva con antelación. Se saca el mismo día en la estación y el precio, por trayecto, no llega a los tres euros.
Si lo prefieres, hay rutas turísticas de autobuses con las que puedas hacer un recorrido por la zona. El nº 403 te lleva a Sintra y a Cabo da Roca. Se coge en la terminal de autobuses de Cascais, en la planta baja del centro comercial Cascais Villa. Desde ese mismo sitio puedes coger también el nº 417 para ir desde Cascais a Sintra.
… y porque Cascais no es sólo Cascais
De Cascais a Estoril hay poco menos de tres kilómetros. Ambas ciudades están unidas, es decir, que puedes ir caminando de una a la otra sin pasar por un descampado. No hay una separación. Es más, puedes ir haciendo un agradable paseo por el paseo marítimo. Merece mucho la pena. En Estoril tienes que ver su famoso casino, de los años 30 y renovado en 1970. No sólo es lugar de juegos. También de conciertos y exposiciones culturales, sobre todo, de pintura y esculturas modernas. El parque del casino es uno de los lugares de encuentro juvenil en las noche de verano. A unos pasos del Casino de Estoril, está el Hotel Vila Galé Estoril, una muy buena opción para alojarte durante tu estancia en la Riviera Portuguesa.
Si has llegado hasta aquí es porque tenías un motivo para visitar Cascais. Una vez que lo hagas, aparte de todos los que te he contado, estoy convencida de que tendrás muchos más para volver y sentir la esencia portuguesa.
Mapa de Cascais, Estoril y Sintra
Y aquí os dejamos un mapa de la zona para que podáis preparar a conciencia el viaje.
Bendiciones.
Portugal es uno de los países más bellos y tranquilos en el mundo. Espero algún día poder visitarlo, Mientras tanto recomiendo unas escapadas de fin de semana a Sudamérica.
Saludos.
Vaya que Portugal tienen muchos lugares asombrosos, solo he tenido la dicha de conocer Lisboa, gran guía para mi próximo viaje.