Si hay algo que recomiendo hacer en casi todos los lugares del mundo (excepto los más peligrosos) es perderse en ellos. Olvidarse del mapa y la guía y callejear deambulando por cualquiera de los barrios de las ciudades y pueblos de cualquier país es una experiencia que enriquece por minuto. Ir sin brújula por un mercado vietnamita, por una callejuela del Trastereve romano o por el barrio de los cristianos coptos de El Cairo egipcio nos enseñará en unas horas más de lo que podamos aprender en varios meses. Después de contaos cuáles son las mejores opciones para ahorrar a la hora de preparar vuestras vacaciones en el archipiélago maltés, os voy a revelar alguno de los rincones que no podéis dejar de experimentar en la isla de Malta. Son lugares en los que es más que recomendable perderse.
Qué ver en Malta. 5 lugares imprescindibles en la isla.
1) La costa de Malta
El imprescindible en Malta número es su costa. Poblada de cantidad de fortificaciones a pie de costa y de piscinas naturales construidas en la roca es un lujo caminar por su paso marítimo. Entre las cosas que podemos hacer en la costa de Malta está montar en una de las típicas barcas de la isla o bañarnos en las azules aguas del mediterráneo. El paisaje de la costa maltesa es único: baluartes medievales que se extienden hasta primera linea de costa y justo al finalizar, familias bañándose en alguno de los accesos excavados en la roca. Todo teñido por el amarillo de las piedras calizas utilizadas en la mayoría de construcciones de la isla. Desde allí se puede ver como despuntan las cúpulas y torreones de iglesias sobre las casas bajas en un país donde afortunadamente parece que los rascacielos son una rareza.
2) Las cuevas azules de Blue Grotto.-
Una experiencia que dura 45 minutos pero que se pasa como si fueran 45 segundos. En el suroeste de la isla de Malta encontramos un sistema de cuevas llamado Blue Grotto (Gruta Azul) Se puede llegar hasta la zona a través de visitas concertadas que se pueden contratar en los hoteles, aunque también puedes hacer la visita por tu cuenta cogiendo la línea de bus 201. Eso sí te dejará en lo alto del acantilado y te tocará subir y bajar. Una vez en la zona encontramos varios restaurantes y tiendas de recuerdos, también una pequeña zona de amarre donde comprar los tíckets para la excursión. El precio es de 7 € por persona y en cada barca van 9 personas más el guía que nos irá explicando los detalles más interesantes de cada cueva.Si la visita en barca te sabe a poco, en la zona también puedes darte un baño, hacer escalada o contratar unas clases de submarinismo. Si decides bañarte te recomendamos que te alejes un poco de la zona de embarque puesto que las barcas dejan muy sucia el agua en la zona.
3) Las mejores vistas de Malta desde los jardines Upper Barrakka.-
Durante años fueron los únicos jardines de la isla debido a la escasez de agua. Al principio sólo lo podía disfrutar caballeros templarios hasta que fueron abiertos para todo el público. En realidad, no poseen una gran diversidad botánica ni son muy extensos, su verdadero valor y por eso los recomendamos es porque ofrece las mejores vistas de toda la isla. Desde lo alto de los jardines Upper Barrakka podemos disfrutar de un inmejorable panorama de las Tres Ciudades (Vittoriosa, Senglea y Cospicua). Todo ello sin desmerecer las fuentes, bancos, kiosko con bebidas y baños públicos, y otras cosas que convierten los jardines en un lugar muy frecuentado por malteses y turistas buscando refugio del calor.
4) Las catedrales de Valeta
Totalmente opuestas y de diferentes estilos. La catedral de San Juan (la católica) más que un templo es un museo del barroco, una obra de arte en sí misma en continua restauración. No hay que despegar el oído de la audioguía que te entregan cuando compras la entrada para extraer todo el conocimiento que encierra esta esbelta construcción. La poca luz que entra por las ventanas viste todo de dorado: paredes, columnas y techo. Todo menos el suelo que está lleno de las lápidas de los caballeros templarios que poblaron estas calles.
A otro lado de la ciudad, junto al mar se erige la catedral de San Pablo (la anglicana). En la puerta, un amable señor en vez de audioguía hace entrega de una fotocopia con la historia del templo que sirve de orientación al visitante. Nuestro anfitrión charla con el viajero y le sirve para resolver cualquier duda o simplemente entablar una interesante charla.Muchas luz, columnas muy altas y pocos imágenes, algo muy diferente a la catedral de San Juan.
5) Callejea y piérdete por Malta
Y lo más importante qué hacer en Malta: salirnos de la ruta marcada y perdernos. Hay que estar tranquilos, Malta es un país muy seguro y podemos «vagabundear» sin miedo. Dejad a un lado las calles de Mdina, Birgu o Valleta por donde están marcadas todas las rutas turísticas y aventuraos a conocer otros rincones que seguramente tengan igual o más encanto.
¡¡Muy buen post!!
Malta es un lugar increíble y todos estos lugares hay que conocerlos si vienes. Congrats por el post!
Bendiciones.
Muchas gracias por el artículo. Me gustaría visitar el lugar algún día.
Saludos.
Imprescindible si vas a visitar Malta, enhorabuena!
Gracias María 🙂