Old Delhi
Delhi, la capital de La India, es un hervidero en el que habitan 16 millones de personas. La parte nueva de la ciudad, herencia colonial de los británicos, y las laberínticas callejuelas del casco antiguo conviven ofreciendo al viajero una experiencia inigualable. Para conocer Delhi hay que moverse al ritmo de la ciudad y dejarse llevar por las oleadas humanas que no cesan.
Jama Masjid
Dos estructuras rojizas destacan sobre las sinuosas callejuelas del viejo Delhi: el Fuerte Rojo (emblema de la hegemonía mogola) y la asombrosa mezquita de Jama Masjid. Es la más grande de La India y el último sueño del emperador Sha Yahan, el mismo que mandó construir el Taj Mahal. La arenisca roja y el mármol blanco de sus tres puertas, cuatro torres y dos alminares de 40 metros construidos en 1658 son hoy fondo para los numerosos selfies que los hindúes acuden a hacerse en los alrededores del templo.
Tráfico diabólico
Las normas de tráfico existen en India, aunque nadie las respeta. En cualquier cruce de cualquier rincón de Delhi puedes encontrar decenas de motos, rickshaws, tuk tuks, (como el de la foto), coches, bicicletas, autobuses, carromatos tirados por hombres o animales…y peatones. Los semáforos están de adorno y los pasos de cebra para decorar el trasnochado asfalto. Esta locura hace que cuatro personas al día mueran en accidente de tráfico en la capital. Sólo el año pasado, 1.604 personas murieron y 5.800 resultaron heridas tras lanzarse a la aventura de conducir en esta caótica ciudad.
Los Sijs
Debajo del turbante de estos hombres se esconde, además de un pelo larguísimo que nunca ha sido cortado, una religión con más de 500 años de historia. Los sijs son una de las comunidades religiosas más importantes de La India. Creen en un sólo Dios panteísta (presente en todas las cosas) sin forma concreta. El turbante distingue a sus fieles. Lo que se originó como un símbolo de realeza, una corona de rey, se ha convertido finalmente en un elemento de coquetería masculina. La tela debe tener 9 metros de largo y enrollarse cada día. Al menos cada sij dedica 20 minutos diarios para armar el turbante.
Interior Templo Sij
El Gurdwara Bangla Sahib es el principal templo Sij en Delhi. Ubicado muy cerca de la Connaught Place es uno de los lugares de peregrinaje para los fieles. Alberga una copia del libro sagrado y sirve de encuentro para la veneración. Todos los templos sijs disponen de cocina comunitaria. En la del Gurú Bangla Sahib se puede degustar un thali compuesto de un guiso de lentejas con patatas y pan.
La mujer en India
Una mujer barre el pasillo ajardinado que aporta paz y sosiego en el Raj Ghat, el mausoleo dedicado a Mahatma Gandhi. A pesar de que la mujer india, sobre todo en las urbes, ha conseguido avances que distan mucho de los que tienen en el mundo rural, todavía queda mucho por legislar. No pueden heredar, las que trabajan cobran menos que los hombres y, en la mayoría de situaciones, sus matrimonios son pactados por los padres.
Tuma de Humayun
Retiro ideal del ajetreado Delhi, la Tumba de Humayun dicen que fue la inspiración para el Taj Mahal. El emperador Humayun mandó construir este precioso mausoleo para su esposa Haji Begum. Levantado en el siglo XVI y rodeado de jardines geométricos trataba de representar la perfección arquitectónica y la belleza terrenal. En su interior están enterrados el emperador y su esposa que paseó y respiró la increíble tranquilidad que transmite el lugar que terminó convirtiéndose en su propia tumba.
Qutb Minar
Esta joven pareja es un fiel reflejo de la nueva sociedad hindú, moderna y actual, que alza su vista al futuro sin olvidar los vestigios del pasado. Imponentes monumentos pueblan el recinto de una de las primeras construcciones islámicas de la India, el Qutb Minar. Uno de los lugares más pintorescos y atractivos de la capital, levantado a 13 kilómetros al sur sobre el área metropolitana. Con casi 73 metros de altura, sobresale la Torre de la Victoria, la más alta del país y una de las más elevadas del mundo. Su construcción comenzó inmediatamente después de la caída del último reino hinduísta de Delhi en 1193. Entre octubre y noviembre, durante una semana, aquí se celebra el Festival de música y danza clásica india Qutb.
Puerta de la India. Indian Gate
Miles de personas se arremolinan en la Puerta de la India o India Gate, donde desemboca el Rajpath (Camino Real). Uno de los monumentos más representativos de Delhi diseñado por el arquitecto británico Edwin Lutyes. Los fines de semana y festivos se convierte en una auténtica feria. La zona no sólo es invadida por los turistas, que acuden en masa, sino también por familias y parejas hindúes que pasean por los alrededores del monumento donde conviven puestos de lo más singulares: desde el servicio de limpieza de oídos o boca, venta de pompas de jabón, de sombrillas o de los típicos souvenirs. Un caótico y genuino lugar en el que se erige un arco de 42 metros de altura que rinde homenaje a los 90.000 soldados indios fallecidos en la Segunda Guerra Mundial. Sus nombres están inscritos en las paredes. Desde aquí, cada 26 de enero, muchos presencian el desfile del Día de la República.
Mahatma Gandhi
Busto de Mohandas Karamchand Gandhi, más conocido como Mahatma (Gran Alma), líder del movimiento nacionalista de la India y referente mundial. Es uno de los mayores símbolos del país y orgullo de la población, a la que animó a la desobediencia fiscal y a boicotear las instituciones y productos británicos. Han pasado 67 años desde su asesinato pero se le venera con la misma intensidad con la que la India lloró su muerte. De hecho, todos los billetes llevan su rostro. En pleno corazón de Old Delhi, hay una visita obligada al Museo Nacional de Gandhi.
Chadni Chowk
Ruido, tráfico y caos en la arteria principal de Vieja Delhi: Chadni Chowk. Pero sobre todo, mercancía. A lo largo y ancho de estas calles, y a cada paso, hay minúsculas tiendas con todo tipo de artículos y ofertas. Locales que ofrecen gran variedad saris, vestimenta femenina típica nacional, y abalorios. Hay que andarse con mil ojos, sobre todo por el intenso tráfico que circula por aquí, porque está permanente embotellada. Nada que ver con la tranquilidad que se respiraba cuando predominaban mansiones de lujo y casas de comerciantes en la Delhi mogola. Ahora, los McDonalds rivalizan con los puestos de pulseras, incienso y especias.
Paharganj, Delhi
“No es recomendable para todo el mundo ya que en sus calles circulan drogas y personajes siniestros”. Eso dice la Lonely Planet del barrio de Paharganj, sin embargo nuestra experiencia es absolutamente contraria. Esta zona de Old Delhi está llena de hoteles baratos y confortables, restaurantes que mezclan comida india con occidental y agencias de viajes fiables para contratar excursiones, conductores o sacar billetes con los que recorrer el país. Además, su cercanía a la estación de tren la hace muy aconsejable para los que hayan decidido recorrer el país mochila al hombro.
Bendiciones.
Sí, dicen que Delhi es una ciudad en la que se contiene casi toda la cultura india. También recomiendo unas escapadas de fin de semana a Uruguay.
Saludos.