Lisboa tiene corazón mediterráneo a pesar de que mira al Atlántico. La ciudad, quejosa y soñadora, vive de día y disfruta de noche. Cuando la guitarra deja de lamentarse comienza la fiesta. La tristeza y los problemas económicos no frenan una sociedad abierta y propensa a la noche. Divertirse en la capital de Portugal es relativamente fácil. Sólo hay que tener buena predisposición, los locales los ponen las calles y la actitud sus gentes. Estos son algunos de los mejores bares, salas, discotecas y pubs en Lisboa para salir de marcha. Lugares que miran el mar y no tienen nostalgia, viven en permanente fiesta. Esta es una nueva entrega de las guías para salir de marcha de VRyF.
Bares y Pubs para salir de marcha en Lisboa
Incógnito (Rua Poiais de S. Bento, 37)
Con 30 años de solera, este mítico bar de la noche lisboeta es un referente. En su interior se escucha una de las mejores combinaciones musicales de toda la ciudad portuaria. Aunque de madrugada se pone hasta la bola, es posible hacerse un hueco en la pista de baile para mover las caderas con los ritmos rock, new wave, synthpop o electrónica. Sin duda, la mejor opción para escapar de la ola de música comercial que, como en otras ciudades europeas, también inunda la noche en Lisboa.
Clube Ferroviario (Rua de Santa Apolonia, 59)
Un sitio para descarrilar, dice su publicidad. Situado justo al lado de la Estación de Santa Apolonia tiene una enorme terraza donde se puede disfrutar de música en vivo, djs, fiestas o cine al aire libre. Todo con vistas al Tajo. También se puede bailar hasta altas horas en la planta de abajo, comer o cenar. La música va desde chillout, disco, funky o jazz. Precios asequibles: una cerveza 2.50 y un café 1,50.
Sabotage Club (Rua Sao Paulo, 16. Chiado)
Reducir el comentario a decir que es otro bar más en Cais do Sodré sería demasiado simplón. Sabotage Club es uno de esos bares que son necesarios en todas las ciudades del mundo. Entre los pubs en Lisboa para salir de marcha, el Sabotage es un club de rock que promociona a nuevas bandas nacionales. Allí cualquier día se puede escuchar música en vivo de bandas locales. Puedes ir a ver una banda en directo y cuando termina te puedes quedar a bailar la excelente música que pinchan. Sin desperdicio.
Lux Frágil (Avenida Infante D. Henrique, Santa Apolonia)
Es una de las mejores discotecas de la capital y alrededores. Su centro de operaciones está situado en un moderno edificio cerca del río y desde que abrió sus puertas hasta ahora se ha mantenido de moda. Uno de los dueños es John Malkovich, y con frecuencia pinchan disjockeys de renombre internacional. Es un local exclusivo que organiza fiestas a las que sólo se puede entrar con invitaciones que funcionan de la siguiente manera: se envían 50 invitaciones a otras tantas personas, y son estas cincuenta las que pueden invitar a otras 50. Y así hasta el infinito. A pesar de esta supuesta exclusividad, los precios no son excesivamente caros. Cervezas por 3 euros y whiskys por 6. Mucho más barato que en España, por ejemplo.
Park (Calçada do Combro, 58. Barrio Alto)
El tejado de un parking transformado en un bar que abre desde la 1 de la tarde hasta la madrugada. Desde ella se puede ver la ciudad, el Tajo y el campanario de la iglesia de Santa Catalina. La decoración intenta simular un jardín con elementos de madera y maceteros. Tienen DJs y también suelen poner películas al aire libre. También algo de comida.
Upscale (Avenida Engenheiro Duarte Pacheco, 15. Avenidas Novas)
Otra terraza de referencia entre los pubs en Lisboa para salir de marcha. La peculiaridad de Upscale es que está situada en la parte moderna de la ciudad, alejada del casco antiguo, en la cima de un hotel de lujo. Especialmente orienta al verano donde su piscina luce con todo el esplendor y los cocktails de fruta cumplen su función refrescante. Música pop y ambiente chill out.
Hot Club de Portugal (Praça da Alegría, 48)
Es la catedral del Jazz en Lisboa. Su fama dentro y fuera de Portugal hace que bandas nacionales e internacionales busquen un hueco para tocar encima de sus tablas. Luis Villas Boas, inspirado en el Hot Club de Francia, abrió sus puertas en 1948. Hoy día es un club de socios del que cualquier amante del jazz puede ser miembro. Batería, pianista, saxo y bajista se aprietan en un escenario minúsculo pero muy disputado. Excelente lugar.
Speakeasy (Cais das Oficinas, Armazém 115, Rocha Conde de Óbidos)
Todas las noches, a partir de las 23:30 bandas de múltiples estilos desfilan por el Speakeasy Bar. Es uno de los lugares con mejor música en directo de Lisboa. Aquí no hay nada prohibido y la ley seca sólo es un referencia lingüística. El suelo es de madera, lo que le da aún más aspecto de clandestino, y las paredes están repletas de retratos de viejos cantantes. También tiene algo de comida por si te entra el hambre.
Cariocas do Rio (Rua da Cintura do Porto de Lisboa. Cais do Sodré)
En Lisboa no podía faltar un pedazo de Río de Janeiro. Esta terraza creada por un grupo de aficionados cariocas del Armazen F cuyo campo está justo enfrente del local, está situada en la misma playa del Tajo. Desde allí hay una fantástica vista sobre el puente 25 de abril y el Cristo. Es un buen lugar para enamorar o ir con tu pareja a hacer manitas con unas vistas de escándalo. Mucha bossanova y sabores tropicales en su carta de comidas. Aunque está abierto todo el día es ideal para ir a cenar a la luz de la luna y las estrellas y luego quedarse a tomar una copa relajadamente….y lo que surja. A menudo también organizan conciertos.
O’Gilins Irish Pub (Rua dos Remolares, 8-10. Cais do Sodré)
Tan de Lisboa como la Torre de Belem o los paseteis de nata, el O’Gilins fue el primer pub irlandés que se abrió en la capital portuguesa. No sólo eso, sino que también es la única con dueño irlandés: Conor Gillen. Auténtico ambientazo de la isla esmeralda en el corazón de Portugal. Hay música en directo, como en cualquier pub irlandés que se precie, y sus precios son moderados: cockteles sobre 5 euros.