Petra, el refugio del agua

Petra, Jordania
Petra, una maravilla en piedra

Las arrugas de su cara curtida por el sol se confundían con el color rojizo del desfiladero. Cuando se giraba para mirar hacia el Kahzne el surco de su piel era aún más profundo, como si albergara los 2.500  años de historia nabatea. «Fue el agua, ella hizo de Petra lo que ves» exclamó mientras se le iluminaban sus parduzcos ojos. «Supimos cómo atrapar el agua torrencial y guardarla a buen recaudo. Después de kilómetros de desierto, las caravanas comerciales paraban en Petra porque era un oasis en el que nunca faltaba el agua».

Petra, Guardian
Ahmad Keituwqa, el guardián de Petra

Ahmad Keituqwa se considera el auténtico guardián de Petra. Según él, por sus venas corre sangre nabatea y bedoul. Por eso, día y noche, apoyado en el último resquicio del Siq observa majestuoso la ciudad rosa. Sin mover demasiado la cabeza confiesa que se emociona cuando a los turistas se les dilata la pupila ante el magnífico patrimonio del reino de Jordania.

Petra, Jordania
Wadi Mousa, última parada antes de llegar a Petra

Hoy día, para llegar hasta aquí sólo es necesario alojarse en alguno de los más de 50 hoteles que pueblan Wadi Mousa. Todos están muy cerca del Centro de Visitantes, donde tras pagar 50 dinares (50 €) se accede a una pista sin asfaltar que ya contiene algunos farallones esculpidos por los nabateos y que desembocará en el Siq.

Siq, Petra
El Siq, principio y final de Petra

Hace 2.300 años, Petra era una encrucijada en la que confluían las rutas de caravanas que unían Egipto y Siria con Arabia, y Asia con el Mediterráneo. El mayor peligro que corrían estos comerciantes era el de quedarse sin agua. Los nabateos lo sabían, por eso excavaron cisternas en las cuevas para almacenar las lluvias de invierno. Además, se las ingeniaron para evitar riadas desviando las aguas del Wadi Mousa a unas presas construidas en la roca. A lo largo del Siq aún se puede ver el complejo sistema de canalizaciones talladas en la roca o confeccionadas con barro cocido. «Date cuenta de que los comerciantes pasaban 6 meses en el desierto antes de llegar a Petra. Atravesar el Siq y llegar a la ciudad les suponía sobre todo poder beber agua pero también tener protección y alojamiento», apunta Ahmad. Pero esto, lógicamente no salía gratis. Los nabateos cobraban un  25% sobre las transacciones comerciales. Vieron una oportunidad para controlar esta ruta y no la dejaron escapar. En el 200 a.c. ya eran muy ricos.

Petra, Siq
Los recovecos de las piedras producen sedosas formas y ofrecen refugio

Dejamos atrás el Centro de Visitantes y después de caminar durante 800 metros llegamos al Siq, un cañón provocado por movimientos sísmicos hace 15.000 años. Un cosquilleo de emoción recorre al viajero durante el ascenso serpeteante por las entrañas de las montañas de Shara. Es angosto y deja poco margen a las sombras en las horas centrales del día. Algún olivo tiñe de verde las variantes del rojo que proyecta la piedra caliza. Por ella circulaba el agua fresca a través de unos canales fabricados en la roca. Todavía se puede ver algún aljibe y algún dique de contención, utilizado en caso de que la ciudad corriese peligro de inundación, algo muy habitual. Cierro los ojos e imagino que las carretas de caballos que deambulan dirigidas por gitanos en busca de turistas, en realidad son caravanas de camellos cargados de incienso, mirra, pieles,…

Carreta caballos, Petra
Las carretas de caballos pasan a toda velocidad por el sinouso Siq

Petra es un capricho natural que el hombre ha sabido modelar y ocultar a los curiosos. A través del Siq, el viento silba buscando comprensión, como un espíritu. Hasta que llegó Burkhardt. Confieso que hasta que Ahmad no lo mencionó, desconocía su existencia. «Nos engañó a todos. Lo hizo de la mejor manera posible y lo consiguió. Hoy no sabemos qué habría pasado de no haber llegado él hasta aquí, igual usted y yo no estaríamos hablando.» Probablemente.

Petra, Policia
La Policia Jordana custodia el interior de Petra

Johann Ludwig Burckhardt (Laussana, Suiza, 1784) había estudiado medicina pero siempre le interesó la cultura árabe y explorar lo desconocido. Por eso aprendió a hablar la lengua de Oriente y se enroló en las expediciones de la Royal Society. Para ser verosímil cambió su identidad por la de Ibrahim Ibn Abdallah, un comerciante indio de fe musulmana que había pasado su juventud en Inglaterra.Viviendo en Alepo (Siria) se enteró de la existencia de una ciudad abandonada que los árabes creían obra de los encantamientos malignos.

Locales Petra
En el interior de uno de los locales que podemos encontrar en Petra

«Sólo una tribu de beduinos conocía su existencia y utilizaba en algunas estaciones del año las tumbas como morada, al mismo tiempo que ponían un especial empeño en desalentar las visitas imprevistas.»  Petra había sucumbido a la conquista romana en el 106 después de Cristo, cayendo en poder de Trajano. Floreció el cristianismo y nació una importante ciudad bizantina. Luego llegó la decadencia casi total bajo la dominación árabe y un último aliento de esplendor a principios de la Edad Media con los cruzados. Todo hasta el año 1.267. Después se sumió en el misterio y la oscuridad.

Burro, Petra
El burro y el caballo siguen siendo los mejores transportes en Petra

Burckhardt dedujo que aquella ciudad que le mencionaron en Alepo podía ser Sela, Petra en latín. Según la Biblia ese fue el lugar donde fue sepultado Aaron, el hermano de Moisés. Aaron era venerado por judíos, cristianos y musulmanes y el sitio donde fue enterrado estaba emplazado en el mismo lugar en el que,  según el Corán, Mahoma recibió la revelación. Todo se aliaba con el intrépido aventurero suizo. Sin pensárselo dos veces propuso a un guía que le llevara hasta la cima de la montaña para sacrificar una cabra en honor del hermano de Moisés.

Petra, puerta del tesoro
La puerta del Tesoro se aparece de repente en el Siq

A cambio de 2 herraduras y un tanto receloso, el beduino guió a Burckhardt  hacía el desfiladero. Intentando contener la emoción, el suizo se internó por el Siq. Cuando llegó a la plaza que acoge la Puerta del Tesoro, su embeleso fue tan intenso como su miedo a ser descubierto. «Lamento no poder dar un inventario muy completo de las antigüedades, pero conocía muy bien el carácter de la gente que me rodeaba. Estaba sin protección en medio de un desierto en el que jamás había sido visto un viajero, y un examen detallado de esas obras de infieles, como las llamaban, habría levantado la sospecha de que yo era un mago en busca de tesoros; cuanto menos hubiese sido detenido y me habrían impedido proseguir mi viaje a Egipto. Con toda probabilidad me habrían robado el poco dinero que poseía y, lo que era infinitamente más valioso para mí, mi diario.» Gracias a su argucia, hoy podemos disfrutar de su relato en el libro «Viajes por Siria y Tierra Santa».

«Tarde, pero lo descubrimos», clama Ahmad orgulloso. «Burckhardt no llegó a la tumba de Aaron porque el hombre que iba con él sospechó de sus intenciones y se negó a continuar viaje» apostilla sin levantar la mano derecha del cuchillo que lleva apoyado en el cinto, «aunque fue tarde».

Niños, gitanos, policías, turistas, camellos, burros….algunos de los habitantes de Petra

Y tanto. «Parece muy probable que estas ruinas sean las de la antigua Petra», dejó escrito en su diario. Era 22 de agosto de 1812. Burckhardt seguiría camino con su secreto hasta Egipto, donde murió de disentería en 1817, a los 33 años. Pero antes, aparte de dejar su impronta sobre el secreto mejor guardado de Oriente, le daría tiempo a ser uno de los primeros europeos en visitar la Meca y la Medina y, lo que es más grande, a descubrir los templos de Abu Simbel. Si vas al Cairo no dejes de visitar su tumba y rendirle homenaje.

Petra Piedras
Ante la majestuosidad de Petra, el ser humano se vuelve muy pequeño

Luego vinieron los ingleses, el pintor David Roberts, la Unesco, Agatha Christie, Tintín en «Stock de Coque», la película de Steven Spielberg «Indiana Jones y la última cruzada» o la penúltima de Transformers.

Como Burckhardt, el viajero se queda extasiado ante la belleza que el final del Siq deja entrever. Una joya injertada en la roca viva, un monumento inesperado y resplandeciente como el agua en el desierto. Es el Kazhneh al Faroun, el Tesoro del Faraón, el símbolo de Petra. Su fachada es una visión inolvidable. Perplejidad y grandeza. En él se produce un choque cultural muy sofisticado ya que contiene esculturas como las que hay en Alejandría, formas helenísticas que recuerdan a Pérgamo,…Todo ello creado hábilmente con un martillo y un cincel por los nabateos. Pero, ¿era una tumba o un templo?

Petra, monumentos en la piedra
800 monumentos esculpidos en la piedra y 500 tumbas nos saludan a nuestro paso

Los historiadores todavía no se han puesto de acuerdo. «Yo creo que no era ninguna de las 2 cosas», tercia Ahmad. «Mira hacia arriba», me pide mientras eleva su brazo izquierdo como si apuntara con un rifle, «¿ves una urna? Allí cuentan que se guardaba el tesoro del faraón y los beduinos se dedicaban a dispararle para ver si de verdad dentro contenía riquezas.» Ante mi cara de asombro resolvió, «por eso dudo que fuera un templo o una tumba. Nosotros no le disparamos a ninguno de los dos, a nuestros dioses y a nuestros muertos les debemos la vida».

En cierta manera, era una teoría bastante coherente aunque quizá por conocer otras historias de saqueo de tumbas no le dí demasiado crédito. Sea lo que sea, el Kazneh es un enigma que conserva intacto un bello misterio.

Pero ahora, necesito asimilar su grandeza, por eso me despido de Ahmad Keitwqua para adentrarme en la ciudad perdida. Durante mucho tiempo se consideró a Petra como una inmensa necrópolis, pero lo cierto es que hace 2.000 años fue un lugar con barrios, mercados, calles, talleres y templos. Hasta tenía teatro. También excavado en la roca. Lo construyeron los nabateos en el siglo I a.c. y tenía capacidad para 3.000 personas. Ya con los romanos fue reformado y ampliado hasta los 7.000 espectadores. Es aquí donde se puede entender  la importancia de esta ciudad. que llegó a tener casi 50.000 habitantes. Una calzada romana sirve de vía para comunicar comercios, viviendas y edificios públicos. Mientras, sobre la montaña, más y más piedra deja paso al arte. La mano del hombre sobre ella la hizo más bella pero también más vulnerable. Hay aproximadamente 800 monumentos, incluidas unas 500 tumbas, todos ellos se pueden visitar.

Verla con el vestido de noche es todavía más intenso e impactante. Andar sólo por el Siq impone y acelera el corazón. Las velas nos guían al encuentro con la belleza y el silencio. Es como acudir a una cita. La novia espera radiante el encuentro esperado.

Petra de noche
Pasear por Petra de noche la hace aún más interesante

En la oscuridad, sentado en una falla recordaba la confesión del guardian Ahmad al tiempo que entre mis dedos se escapaba, frágil y escurridiza, la arena del desierto. «Normalmente el turista que visita Petra se queda paralizado ante la delicadeza de la piedra. Pero la piedra es sinómino de muerte, mientras que el agua da la vida».

Algunos consejos

  • Aunque hay más de 50 hoteles en Wadi Mousa, una buena elección es el Movenpick Resort Petra. Está muy cerca del Centro de Visitantes, inicio de la ruta por Petra. Las habitaciones son amplias, hay wifi gratis y el desayuno es copioso y variado.
  • La entrada vale 50 dinares (50€). Es recomendable hacer la visita nocturna primero y, al día siguiente, realizar la visita de día. Si se va en verano es imprescindible realizar la visita durante las primeras horas del día, entre las 8 y las 11 horas. Aparte de ser el mejor momento del día para realizar fotografías no nos moriremos de calor. Si se va en verano es imprescindible llevar un buen sombrero, gorra o kuffiya, e ir bien provisto de agua.
  • En Petra ya no vive nadie, la tribu de los bedoul, los últimos moradores de las cuevas fueron trasladados a una ciudad creada por el gobierno donde tienen luz, agua, colegio y otras necesidades cubiertas de manera gratuita. Petra cierra a las 19:30 horas y las 17:30 horas es la última hora para entrar.
  • Dentro de Petra hay un par de restaurantes en los que se puede comer.
  • Se puede hacer el recorrido en caballo, calesa o burro y, durante todo el camino hay muchos niños intentando venderte recuerdos. No son muy insistentes y, si se les dice no, te dejan en paz. No aceptan dinero.
  • Toda la información en la Oficina de Turismo de Jordania.

11 COMENTARIOS

  1. Muy buena entrada.
    Como ha subido de precio la entrada…Cuando fuimos nosotros en el 2008 nos costo la entrada de dos dias 26 Jod . si que la han subido bien.

    Pero sinceramente yo la pagaria igual porque es precioso ver tremendo yacimiento arqueologico.

    Saludos

    • Sí, ha subido mucho. Bajo mi punto de vista han tomado una decisión equivoda: como ha descendido el número de visitantes subo los precios. Creo que es un error, espero que sus políticas turísticas cambien en poco tiempo.

      Gracias, un saludo.

      • Hola, JR. Leyendo esta entrada y los comentarios, he de decirte que el incremento del precio de la entrada a Petra no fue a raíz del descenso de turistas; fue mucho antes de que empezaran las revoluciones árabes y, con ellas, el declive del turismo en el país. Esta decisión fue tomada para cuidar la antigua ciudad nabatea, precisamente por la ingente cantidad de turistas que entraban a diario. Son decisiones duras, pero necesarias para preservar maravillas como esta 🙂

  2. Magnífica redacción e impresionantes fotos, que bonito es poder viajar tan lejos aunque sea a través de «otros» ojos, a la espera de ser yo la que cruce el desfiladero y sienta el olor, calor, la textura de la arena, los sonidos y la magnífica vista del tesoro… Gracias.

    • Ya sabes que me encanta repetir sitios, así que estaré encantado en volver a Jordania, y a Petra. Aunque sea una sensación inolvidable, volver sobre ella hará este sentimiento infinito.
      Un beso.

  3. Si ya antes de leer tu relato tenía ganas de visitar Petra ahora ni te cuento…que maravilla de lugar y de historia.Me gustaría leer el libro que citas de Buckchadt que tiene muy buena pinta ¿sabes si es fácil conseguirlo en español?No lo encuentro ni el FNAC ni en la casa del libro.

    • En inglés lo encuentras sin problema, pulsa el enlace sobre el Título y lo verás.
      Cuando vayas a Petra no te olvides de cerrar los ojos y dejar que tu imaginación te lleve por el sinuoso laberinto del Siq. Después, ábrelos muy lentamente para dejar pasar la luz que ilumina la belleza y sabiduría del Khazne. Emociónate y si tienes que llorar, deja que alguna lágrima revele tu asombro.

      • Cuando vaya a Petra me acordaré de tus preciosas palabras, pero andar a ciegas por un laberinto sinuoso…tu quieres que me mate! desde luego si lo consigo lloraré de alegría.
        Respecto al libro, he estado ojeando el enlace y voy a intentar leerlo en inglés.Al final lo descargué en formato epub del catálogo del Gutenberg Project, que es el que me resulta más cómodo (también tienen para Kindle y otros ebooks) Por si a alguien le interesa es la referencia 8884

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí