Desde el exterior parece un lugar común, uno de los muchos monasterios que habitan estas tierras y que ha sido recuperado por la memoria. Pero conforme te acercas se filtra el lujo entre los viñedos que lo custodian. No hay monjes ni misas intempestivas, sino mayordomos y comodidad con el sello de exclusivo. Habrá hoteles mejores, eso seguro. Pero el Abadía Retuerta Le Domaine es uno de esos sitios en los que la mezcla de misticismo y riqueza transmite la sensación levítica de la gente con dinero.
Sé que nunca me alojaré en él. No por voluntad propia, desde luego (glamour no me falta), sino por motivos económicos. Sin embargo, está bien saber lo que uno, en determinadas ocasiones, se pierde por no tener más posibles. Conocer, aunque sea de manera fugaz, que hay gente que vive por encima de sus posibilidades y todas las nuestras pero que al mismo tiempo contribuye a mantener un patrimonio que, de otra manera, hoy sería pasto de la caca de las ovejas o cobijo para encuentros fugaces de enamorados de pueblo.
La Abadía Retuerta entre viñedos de abrilRecuperado casi de las ruinas, hoy este convento de finales del siglo XII es un hotel de 5 estrellas. Pero porque no hay mayor calificación. Es un Ferrari de los hoteles, vamos. Un lugar exclusivo rodeado de espléndidos viñedos en el que alojarse. Lo que demuestra que la Toscana no está tan lejos de Valladolid.
Al llegar no te registras en recepción como un cualquierilla, sino en tu habitación. Allí, un mayordomo se encarga de tu check in….y de todo lo que quieras. Precisamente es el servicio de mayordomía lo que hace único este lugar en la campiña vallisoletana. Sus 21 habitaciones, 18 normales y 3 suites, cuentan con 12 mayordomos. Es el único hotel en España con este servicio para todas las estancias.
Una vez registrado en Le Domaine, te dan un teléfono con el que tendrás raudo y veloz al mayordomo cuando lo necesites.
Te puede deshacer el equipaje, te puede hacer una reserva en restaurantes fuera del hotel, te puede preparar un baño de pétalos de rosa… Cualquier petición que realmente el cliente quiera, la puede hacer. La idea es intentar que no exista el no por respuesta.
Los mayordomos saben idiomas y controlan perfectamente cada rincón y cada aparato del hotel. Entrenados por el exigente Robert Watson, mayordomo de la Reina Isabel II en Buckingham, durante un mes en el propio hotel, hoy pueden hacer frente a casi cualquier petición.
Aquí no da pereza ninguna bañarse.Sus eslogan es: «El máximo servicio con la mínima intromisión». Para ello, los mayordomos utilizan sus argucias con el objetivo de conocer los gustos y aficiones del cliente. Mientras les realizan una visita guiada por la Abadía y les cuentan que este edificio perteneció a la orden premostratense, que es de estilo barroco y románico, y que es una de las dos únicas abadías de estas características que sobrevivieron a la destrucción napoleónica, le van sacando datos para poderte anticiparse a sus peticiones. Americanos, suizos y alemanes en busca de la cultura del vino son los principales clientes de Le Domaine. Españoles también, sobre todo en fines de semana.
La empresa farmacéutica Novartis es la dueña de este complejo hotelero que ha tardado más de 7 años en ser rehabilitado. Además del hotel, una visita a la bodega es imprescindible. Su vinificación es por pagos (hasta 54 parcelas, todas catalogadas) y recorrerlos en 4×4 e ir parando a los pies de las viñas y hundir los pies en la tierra marrón, es una sensación magnífica. Quedarse absorto contemplando los viñedos desde alguna de las habitaciones del hotel (todas las ventanas dan al campo) no tiene precio.
Todas son exteriores y además de las vistas, la decoración y los amenities tampoco te dejan indiferente. Los muebles son de Ralph Lauren, casi todos de nogal con algún ejemplar de castellano antiguo. Las camas king size son de una sola pieza. Televisiones marca Loewe en todo el hotel y en las suites, Bang & Olufsen. Las paredes se adornan con cuadros de Canaletto y otros pintores de la escuela veneciana del siglo XVIII.
Los baños tienen una amplitud tremenda. Todos con ducha y baño. Amenities de Ex Voto, de París y mármol de Carrara, traído expresamente de Italia. El algodón es egipcio en toallas y albornoces.
Además, gimnasio con aparatos que tienen conexión a internet para no faisbukear mientras hacemos spinning, sala de yoga diseñada expresamente por la casa alemana LKL y con un busto de Buda original del siglo SXVII. El año que viene tendrá piscina y un spa de 1.000 metros cuadrados con luz natural permanente.
Casi ná.
tienes muy buen ojo…..como paisojos
hoy 12.01.17, el hotel abadia de retuerta. mejor del mundo. según un periódico americano.