«La ciudad de Los Ángeles no defrauda», acababa diciendo en el anterior capítulo, y podría comenzar ahora escribiendo que es la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos (más de 4.000.000 de habitantes), que fue española y mexicana antes que estadounidense, que es el epicentro del entretenimiento mundial y que, con permiso de los Celtics y los Bulls, tiene el equipo de baloncesto más grande de la historia, LA Lakers. Pero no he cruzado el charco y hecho un viaje hasta L.A. para quedarme en la superficie, sino para penetrar por sus barrios y calles, y averiguar qué lugares hay que visitar en Los Ángeles.
No, no lo voy a hacer, en esta ocasión me voy a resistir. Prefiero comenzar rompiendo su legendario mito de ciudad ingobernable, caótica y sucia. A mí se me apareció como una ciudad agradable, cómoda para circular en coche, dónde las aglomeraciones son noticia y que tiene un paisaje cambiante pero reconocible, en el que el cielo siempre está presente. Sus grandes distancias te hacen vivir permanentemente pegado al coche, pero al mismo tiempo aparcar es barato y si exceptuamos las autopistas en hora punta, sus calles son apacibles y muy anchas.
Llegamos a Los Ángeles de noche, más tarde de las 10 de la noche, pero no causó ningún problema en el trayecto desde el aeropuerto hasta la empresa de alquiler de coches, coger el vehículo y dirigirnos hacia el Hostel. Pasamos por algunos barrios mal iluminados, todos con casitas bajas pero en ningún momento llegamos a sentir temor. Insisto, no problem.
Dios me libre de no recomendar una visita a la acera que acumula más fama del mundo: el paseo de la Fama en Hollywood Boulevard pero si me tuviérais enfrente mientras escribo podríais ver reflejado en mi cara mi poco entusiasmo. Es uno de los lugares históricos y míticos que hay que visitar, pero que va a decepcionar. Todo el lujo que vemos en televisión cuando a alguien le plantan una estrella, se desvanece cuando paseamos por ella.
Durante las décadas de los 20 y los 40, Hollywood Blvd. tuvo su época dorada, después cayó en una marginalidad de la que se recuperó a finales del siglo XX. La construcción de centro comercial Hollywood & Highland, la mudanza de mister Óscar al Kodak Theatre y una buena comunicación por Metro Rail consiguieron rehabilitar una zona, por otro lado todavía demasiado alicaída.
Hollywood & Highland es como todos los centros comerciales, pero entre las cosas buenas que tiene está que puedes servirte para apartar por muy poco dinero. Puedes dejar el coche en alguno de sus aparcamientos subterráneos durante 4 horas por sólo 2 $. Sólo tienes que consumir algo en alguna de sus tiendas, por ejemplo comprar una botella de agua. Conserva el tícket y a la salida pagarás 2 $ por aparcar 4 horas, tiempo más que suficiente para visitar el Paseo de la Fama y alrededores.
Desde el centro comercial se puede ver a la perfección el famoso rótulo de Hollywood. Es la seña de identidda de L.A. y fue instalado en la ladera en 1923. La puso allí una constructora que pretendía levantar una urbanización con el nombre Hollywood Land. Probablemente otra crisis bestial como la del 29 dejó sin comenzar la edificación al tiempo que otorgaba a la meca del cine una marca que diseñadores y expertos en marketing continúan tratando de imitar. Se puede ver desde multitud de sitios, pero Hollywood & Highland es céntrico y cómodo.
Dicen que a Los Ángeles llegan y se van 2.000 personas al día, el mismo número de estrellas que alumbran el Paseo de la Fama. 2.000 iconos dorados que son una representación de actores, directores, guionistas,… a lo largo de 3,5 millas. 2.000 personas que han dejado su huella en la industria del cine que, junto con la aviación, son el motor de la economía californiana. Si en Nueva York acabas con tortícolis de mirar hacia arriba, en L.A. la contractura es por ir mirando hacia abajo. Sobre todo si buscas a alguien en concreto, puedes acabar con un serio dolor de cervicales. Bromas aparte, al firmamento terrenal del séptimo arte hay que sumar lo que realmente tiene valor, los cines y teatros que pueblan el mítico boulevard. Hay que ver el Kodak Theatre, lugar de peregrinación para todos los que quieran ser algo en esto del cine (menos Woody Allen que no asiste ni a tiros a una ceremonia de los Oscars); el Grauman’s Chinese Theatre cuya alfombra está jalonada por las huellas de las gafas de Harol Lloyd, el puro de Groucho, el puño de John Wayne o la varita mágica de Harry Potter; y el Capitan Theater que hizo historia con el estreno de la mejor película filmada nunca, Ciudadano Kane.
Una de las curiosidades de Hollywood Blvd. es que actores en paro se disfrazan de superheroes o cualquier otro personaje llamativo para fotografiarse por 1$ con todo aquel que quiera o se atreva. Una forma de vida friki que ayuda a ir tirando mientras algún productor se fija en ellos.
No muy lejos de allí, a 10 minutos en coche (recuerda que en LA todo se mide en tiempo al volante) se encuentra el casco histórico. El enclave monumental y gubernamental que fue el germen de la ciudad. Anchas y ajardinadas avenidas conviven con zonas en las que sólo se habla koreano. Esto es L.A. Hay sitios muy curiosos de herencia española que hay que visitar: Avila Adobe, Olvera St., Old Plaza, etc. pero es muy recomendable la visita al Ayuntamiento de la ciudad. Está en la zona llamada Civic Center y es una construcción tipo zigurat.
Se puede entrar gratis y perderse por sus pasillos. Es curioso observar las salas de conferencias, de prensa, los sitios de las secretarias, el inmenso hall con el suelo esmerilado, y sobre todo, poder perderse por un enjambre de pasillos enmoquetados en los que se ubican las oficinas de los concejales y otros departamentos municipales. Es como estar dentro de una serie de televisión o de una película. De hecho, el edificio sirvió de sede del Daily Planet en Superman y fue destrozado en la Guerra de los Mundos. Las vistas desde su terraza son espectaculares.
Vistas desde la terraza del AyuntamientoDesde allí se puede ir paseando a Little Tokio y a Koreatown, donde un agradable paseo se puede convertir en una aventura a través de distintos continentes.
Pero en esta ciudad tan diversa y extensa hay un lugar que aglutina todas las culturas: el Grand Central Market. Este histórico mercado es perfecto para sumergirse en la riqueza étnica y cultural de Los Ángeles. Aquí se puede comer de todo y por menos de 5$, bebida incluida. Están deliciosos los pescados fritos, los tacos y las tostadas con cebiche, los kebabs a la parrilla y el humus con intenso sabor a limón.
Debería estar prohibido volver a España sin antes haber probado una sopa de pollo china o el famoso chow mein.
Veo que al final te animaste a recorrer L.A. en coche! La verdad es que a nosotros cómoda, cómoda para conducir no nos resultó.Es cierto que la circulación recuerda más a las circunvalaciones de nuestras ciudades y no hay que estar tan pendientes de cruces y rotondas como aquí pero el GPS no reconocía bien los cruces a varios niveles y nos falló un par de veces.Además había bastante tráfico y atrascos, quizás es porque era Agosto…lo que no me imagino es estar sin coche en esa tremenda urbe donde el trasporte urbano es bastante escaso.Respecto al bolevard de las estrellas estoy contigo en que carece del glamour que nos venden pero hay que verlo ¿no? En nuestra visita estaban inaugurando un Zara justo enfrente del teatro Kodak y fue donde más ambiente VIP encontramos…Interesante el ayuntamiento, las vistas desde la azotea y el mercado del que hablas.Me hubiera gustado ir, pero me quedaron tantos sitios pendientes…¿habrá que volver?
El GPS es imprescindible, casi más que el coche, sin él estás absolutamente perdido y puedes aparecer no sólo a tomar viento sino en un barrio no muy recomendable. Glamour cero, pero frikismo hay mucho así que se compensa uno por otro. El City Hall merece la pena visitarlo, es muy curioso y las vistas son magníficas. Y el Mercado está muy bien para comer de todo en un sólo sitio y barato.
Gracias por pasar y comentar.
En reconocimiento a tu inestimable labor he querido galardonar tu blog con el premio simbólico Sunshine Award.
Es un pobre pago por lo que ofreces desinteresadamente, pero lleva implícito mucho afecto y admiración.
También, mucha gratitud.
Te indico seguidamente sus reglas:
1º-agradecérselo a quien te lo ha dado
2º-escribir un post sobre ello
3º-entregarlo tu mismo a 12 blogs que creas que lo merecen
4º-poner un enlace de los blogs premiados
5º-mandar un comentario o correo comunicándoselo
Sé que te resultará difícil reducir el número de candidatos sólo a doce; te pido disculpas por ponerte en tal tesitura.
Saludos
PD.- Ahí lo llevas! 😛
Muchas gracias por el premio, espero hacer gala de tal honor.
Qué lindo conocer LA a través de tus fotografías. Me ENCANTÓ la segunda foto! Los colores de la casa y el… ¿cómo le dicen al cosito amarillo en España? jajaja no me sale la palabra… ¿bomba de incendio? También me gustó mucho la foto que sacaste desde arriba, al piso con arabescos. Y el mercado es como cualquier mercado asiático… pero muchísimo más limpio y ordenado!!
Gracias por compartir. Saludos desde Malasia!
Exacto, una bomba de incendios o también se le conoce como boca de incendios, jajajaj. La foto «arabesca» es el suelo de la entrada al ayuntamiento de LA, una edificio muy singular y al mismo tiempo típico americano. Gracias por tus cumplidos. Cuídate y pásatelo muy bien en Malasia.
Me encanta la entrada, proporciona mucha información útil para el viaje, sólo quiero apuntar que nosotros fuimos en abril y lógicamente tanto el tráfico como las visitas turísticas fueron muy agradables y poco masificadas.
Útil apunte, muchas gracias.
Buenas Álvaro,
Muy interesante tu publicación.
Me pregunto si podrías indicarme algún libro sobre historia y lugares a visitar en California pues estoy viajando en una semana y me gustaría contextualizar y entender forma de vida además de cultura.
Veo que eres un experto.
Gracias 1000!
Laura