Siempre nos gusta hablar de festivales. Ya lo habéis comprobado en más de una ocasión. Y hoy le toca el turno a otro de ellos. El Festival Colours of Ostrava. ¿Os suena? Se celebra en la tercera ciudad más grande de la República Checa, Ostrava, la capital musical europea del verano, por excelencia. No lo digo yo. Lo dicen las más de 50.000 personas que a mediados del pasado mes de julio asistieron al festival de Ostrava.
Se celebra desde hace 13 años. Éste año, me planté allí. Fue brutal la experiencia. Por la música, la gente, las actividades culturales alternativas a los conciertos, el impresionante recinto industrial de la antigua fábrica metalúrgica Dolní Vítkovice y el variopinto cartel. Ahora os contaré todo.
Nada más llegar nos recibió el sonido de la música etérea, intensa de ritmos electrónicos y cuerdas sobrias que caracterizan Vulnicura. El último disco de la inconfundible diva islandesa Bjork. El plato fuerte de éste año. Pero no el único. Te proponemos 9 razones para no faltar el próximo año a uno de los macro festivales musicales más importante de Europa.
1. EL CARTEL
Sí. Es ella. Bjork. Desde lejos, reconocí su rasgada e inconfundible voz. Sobre todo, al oir Hyperballad. Eso sí, confío en que fuera ella porque en ningún momento se quitó la máscara que la cubrió durante todo el concierto y con la que protagoniza la portada de su último trabajo. Ella, impoluta, vestida de un blanco inmaculado se movía con dificultades por el escenario cuando el traje se lo permitía. Pero, ¿qué queréis que os diga? A mí, me encantó. No le quité ojo. Ni yo ni los miles de espectadores que nos atrincheramos en la explanada del recinto disfrutando del mayor espectáculo visual y musical de ésta edición. Se convirtió, como pocos saben hacerlo, en una eclipsante actuación, podríamos decir también, multicolor que durante más de una hora nos atrapó mientras canturreábamos o bailábamos grandes éxitos.
Después, turno para el sonido electrónico de Caribou, al más puro estilo psicodélico. También dejaron su huella Kasabian, José González, St Vicent, The Dumplings. Y así hasta 150 artistas y grupos musicales que conformaron el cartel de 2015 y en el que otra de las grandes estrellas fue el gran showman libanés Mika. Quien por cierto, debutó en la República Checa y clausuró el festival.
The Canberries, Gipsy Kings, Alanis Morissette, Damien Rice, Swans, Apollo 440, Michael Nyman o The Violet Burning son algunos de los artistas y bandas musicales que han dado vida a las diferentes ediciones del certamen.
2. EL RECINTO
El festival de los Colores de Ostrava no es nuevo. Arrancó en el 2002. Eso sí, cada año pone una nota de color diferente y novedosa dirigida a todos los públicos. Durante los primeros 10 años se celebró el centro monumental Silesian Ostrava Castle. Y a partir del 2012, en el actual recinto, el buque insignia de la ciudad. La zona minera de los antiguos hornos industriales rehabilitados como espacio cultural para niños, jóvenes y mayores.
En su primera edición contó con más de 50 artistas y bandas musicales que actuaron en los 6 escenarios ante 8.000 personas. Año tras año el público se fue multiplicando hasta los 30.000 espectadores lo que motivó el traslado del festival a un espacio más amplio donde en 2015 se han levantado los 16 escenarios ante los más de 50.0000 espectadores.
Este distrito industrial dejó de funcionar progresivamente a finales de los 90. En concreto, la mina Mittal cerró en 1993 y el último horno de la siderurgia de Vitkovice se apagó en 2008. Poco después, Ostrava se preparaba para optar, en 2015 a la capitalidad cultural europea. Y ese espacio: el área industrial fue rehabilitada dentro de un potente y atractivo proyecto cultural y turístico. De hecho, hay rutas por este espacio que forma parte del patrimonio industrial europeo.
3. LOS ESCENARIOS
Para gustos los colores. Este es uno de los puntos más atractivos del macro festival, a tener en cuenta. El impresionante recinto cobra vida durante 4 días intensos en los que no para la música y las actuaciones sobre los 16 escenarios.
Desde luego que el mapa que nos dieron en la entrada fue imprescindible para estar al tanto de lo que sonaba en cada momento y dónde. O si proyectaban cine, debates culturales-musicales…Hay espacios con guardería incluida, centros con capacidad para 1.500 personas donde celebran exposiciones, sala de ocio o proyecciones cinematográficas.
Y una carpa de un circo en cuyo interior te imaginas que podría haber acróbatas, tigres, payasos… Pero no. Sorprende porque te metes dentro y te remontas a los 50, con Grease al son de la música de John Travolta y Uma Thurman en Pulp Fiction pero en este caso al ritmo de los Melody Boys.
4. ACCESIBILIDAD GRACIAS A COLOURS SIN BARRERAS
Colours of Ostrava es uno de esos macro festivales bien organizados que descubres a lo largo de la vida. Éste es para descubrirlo más bien pronto que tarde, para disfrutar cuantas más veces mejor. Sobre todo, por lo bien organizado que está pensando en todos los públicos, niños, mayores, jóvenes. Y especialmente si se trata de personas con movilidad reducida. Esto es gracias a la iniciativa “Colours sin barreras”, que permite que todos podamos acceder a los conciertos y actividades. Además de proporcionarnos asistencia personal si la necesitamos. Accesibilidad al 100 por cien en cada rincón de la siderurgia.
5. LOS NIÑOS TAMBIÉN TIENEN SU ESPACIO
Si quieres ir al festival y tienes hijos, no te vale la excusa de que no puedes ir porque no tienes donde dejarlos. Sin dudarlo, ellos por delante, los primeros. Te lo agradecerán y se lo agradecerás. Y digo esto porque seguro que pasas más rato del que imaginas en el Children´s Stage o espacio de niños. No sólo por los más pequeños.
Entre las actividades de las que podrán disfrutar destacan las bolas hinchables de las que no se querrán bajar. Puedes estar tranquilo si decides irte un rato a solas y dejar al peque en la guardería que montan. Es gratis. Como todo el recinto infantil y como la atracción que más eclipsó a los que luego dicen que el circo es cosa de niños. La edición de este año ha contado con el divertido espectáculo que ofrece Cirk La Putyka, el circo más famoso de la República Checa. Ya os digo que seréis vosotros, los padres, los que prefiráis quedaos más tiempo aquí. En mi caso, si descubro antes el sitio, os aseguro que lo hubiera hecho porque el entretenimiento, y divertido, estuvo asegurado.
Ojo. No penséis que es un festival para gente joven o, como os cuento, para padres con hijos. Si tienes más de 60 años, 70, 80 o los que sean y aguantas carros y carreteas, no te quedes en casa. El festival también está hecho para ti. Fueron cuatro días muy intensos en los que me crucé con personas de avanzada edad que, os aseguro, disfrutaban igual que los niños.
6. PRECIOS
No te preocupes por lo que cuesta el festival. Ni por lo que te vayas a gastar esos días. Es asequible para todos los bolsillos.
No te agobies por tener que ahorrar para disfrutar del festival si tienes más de 65 años porque entrarás gratis. Esto hace que sea muy habitual ver familias al completo.
Ser bajito alguna recompensa debe tener ¿no? Los que midan menos de 140 centímetros tampoco pagarán. Si tienes menos de 15 años, el festival te sale por 990 coronas, como unos 37 euros. Siempre y cuando lo acredites junto a la tarjeta sanitaria europea.
Para el resto, pagaremos entre 30 y 69 euros por día. Aunque si compramos el bono completo nos saldrá más a cuenta. Unas 2500 coronas, esto es, unos 92 euros.
Si te ronda la idea de ir en 2016, las entradas también se pueden comprar por la web para evitar las largas colas que se forman el primer día.
7. DÓNDE COMER Y ALOJARSE.-
Si lo que quieres es disfrutar de la música y el ambiente del festival os aconsejo, sin duda, alojaros en el camping. Por dos razones. Una, está justo al lado del recinto. Dos, el precio: dormir allí os costará unos 10 euros al día. Además te ahorrarás el transporte público que tendrías que coger para llegar hasta el recinto industrial desde la ciudad.
De todas maneras, no está retirado el sitio. Y Ostrava cuenta con una amplia oferta de hoteles, hostales, pensiones… para quedarse. Eso sí. Si tienes claro que vas ir reserva, reserva cuanto antes. No lo dejes para última hora porque los precios se disparan y los alojamientos se llenan.
Nosotros fuimos nos alojamos en el Hotel Harmony. Está en Ostrava. Un hotel sencillo, de tres estrellas. Limpio y cómodo. Y con muy buena combinación para desplazarte al recinto. Si vais y tenéis dudas, os lo recomiendo.
En el festival el que pasa hambre es porque quiere. A cualquier hora del día tienes tu disposición decenas de puestos de comida. Si sois golosos, os recomiendo que probéis el Trdelnik (una especie de bollo de harina, huevo, azúcar y canela). Acompañado por una Kofala, la Coca Cola checa, entrará mucho mejor.
Y para beber, lo mismo. Hay barras repartidas por el festival. Lo que debes de tener en cuenta es que cuando compras el refresco, cerveza, vino… pagas una fianza por el vaso que luego recuperarás cuando lo devuelvas. Razón por la que no vi ni uno por el suelo. Una muy buena idea para tener el suelo bien limpio.
También hay hueco para el descanso, para relajarte con los amigos en espacios como éste…
8. CURIOSIDADES
La fianza por el vaso, que os comentaba, me pareció una idea estupenda. Pero más, si cabe, la forma que tenía. Con asas. Para que cuando cantes o bailes la bebida no sea un problema. ¿No os ha pasado alguna vez que mientras toca tú grupo favorito no sabes dónde poner el vaso para bailar o pegar botes? Pues en Ostrava, esa preocupación, fuera.
Tampoco pasaron desapercibidos algunos puestos, como éste de libros. Es genial, ¿no?
9. VISITAS ALTERNATIVAS
…dentro y fuera del recinto. Porque el espacio no sólo está ocupado por escenarios, música, puestos de comida, bebida…
Dentro, mientras das un respiro al cuerpo de los conciertos, puedes conocer las entrañas de la siderúrgica. Hay espacios rehabilitados. Como el de la innovación, con actividades para todos los públicos. Incluso, hay una guardería donde puedes dejar a los más pequeños. Por fuera, se proyectan películas, documentales, noticias…
Si no tienes miedo a las alturas, desde la Dov Bolt Tower, a unos 345 metros de altura, gozarás de las mejores vistas panorámicas. Podrás hacer las mejores fotos desde el aire de todos los escenarios. Subir cuesta unos 7 euros. Y la verdad es que merece la pena.
También puedes aprovechar esos días para hacer escapadas y conocer el entorno. La República Checa os sorprenderá. Cada ciudad, cada pueblecito, el campo, los lagos, los castillos… ¡Hay castillos por todos los lados en el norte del país! Solo por destacar uno: el Castillo de Moravia, residencia de verano de Mozart y Beethoven.
No os preocupéis por el tiempo. Si os planificáis bien, podréis hacer un montón de cosas. ¡Hasta figuras de cerámica o pescar, como hicimos nosotros! Pero lo primero es lo primero, conocer Ostrava a fondo.
En su centro histórico podemos encontrar huellas de la Segunda Guerra Mundial, pero también rastros de una ciudad que ha sabido reinventarse tras la desaparición de las minas, principal sustento económico de la región. Rodeada de zonas verdes, sus calles empedradas transmiten tranquilidad. El edificio más representativo de la ciudad es el conocido Palacio Negro, símbolo del pasado comunista y obrero de la región.