Confieso que no sabía lo que era un Meme, ( la verdad es que sigo sin saberlo exactamente) cuando leí en el blog de El Pachinko el reto que nos proponía a Sele, Pak Muñoz, Vero de Tips del viajero, Manuel de 3viajesaldia y a mí mismo para que expliquemos qué equipaje llevamos a nuestros viajes cuando vamos a trabajar que, en mi caso y creo que también en el de los demás, es siempre. Forma parte de nuestra mentalidad no concebir el viaje sin contarlo. Al menos en mi caso es así. Sin pensármelo acepté la propuesta de mi compañero en Travel Inspirers (creo que en eso consiste el meme) ya que un blog personal como éste a veces necesita su dosis de confidencias, secretos o interioridades. Creo que lo hacen más cercano. Así que, aprovechando que tengo un viaje de unos días a Basilea para contar la navidad en esta ciudad Suiza, os voy a hacer un relato más o menos pormenorizado de qué es lo que incluye mi maleta. Antes de desgranar cuales son los instrumentos que utilizo cuando voy de viaje quiero aclarar la ligera variación de este artículo con el del título original «El equipo de un bloguero de viajes» tomado de la entrada de Paco Elvira. Al igual que no me gusta la palabra post, tampoco me hace gracia la palabra bloguero. Además, aunque la mayoría de las veces los viajes profesionales son para contar la experiencia en el blog, en mi caso cada vez más lo son también para colaborar en alguna publicación periódica en papel, por lo que habría que distinguir entre lo que son elementos puramente de comunicación 2.0, instantánea y universal, y de escritura pausada y más reflexiva una vez en casa para el blog, o para alguna revista. En ambos sentidos me parecía más acertada la palabra periodista (que al fin y al cabo es mi profesión) eso sí, incluyendo el apellido 2.0.
Lo primero que hago es preparar las cámaras de fotos que voy a llevar. Normalmente utilizo la Canon 5D Mark II y el objetivo 50mm 1.4, junto con una Lumix con objetivo Leica 24mm 2.0. En este viaje, también me voy a meter en el equipo el objetivo Canon 24-105mm. Incluyo un trípode pequeño que me da estabilidad a la hora de hacer fotos y para grabar video, una lintera para escenas de muy escasa luz y un reflector pequeño para múltiples usos. A pesar de que cada vez los móviles están más desarrollados y tienen una capacidad fotográfica increible hace unos años, yo no me separo de mi Canon ni la sustituyo por el móvil. El Iphone 4s lo utilizo en algunas escenas muy determinadas y, sobre todo, para compartir las imágenes a través de Instagram y, a su vez, en Facebook y Twitter. Es cada vez una exigencia mayor (yo diría que una autoexigencia más bien) que cuando viajas con otras personas con blogs se cuente el viaje casi en tiempo real a través de sus escenas. Ni que decir tiene que cada cámara lleva aparejado su cargador, tarjetas y demás.
En segundo lugar, organizo el portátil. Eso significa limpiar la memoria del MacBook Air que, para los que somos un poco dejados, se nos inunda en menos que canta un gallo de miles de documentos aparentemente importantes pero que, el día que desaparecen, no los echas de menos. Utilizo el de 11″ que es un ordenador ideal para viajar, al ser muy rápido y potente. Me permite organizar y editar fotografías con una fluidez tremenda. En él escribo los artículos mientras estoy de viaje. No pesa, se puede llevar como un cuaderno o un libro, y me da muchos más usos que el Ipad. Éste último lo suelo dejar en casa. Un disco de 500GB me sirve para almacenar todas las fotografías y videos que voy haciendo por el camino. Almaceno todos los archivos en el disco duro extraible y en el del portátil, por lo que pueda pasar.
Tercero y casi tan importante es la música y los libros que me acompañan durante el viaje. Cada ruta tiene su banda sonora y sus propios relatos. Viajo con un Ipod Touch de hace más de 6 años, el primer modelo que sacó Apple, repleto de música. En concreto para este viaje a Suiza llevo a Los Enemigos, a Rival Sons, a Springsteen, a Mötley Crue, o a W.A.S.P., entre otros. Pero el reproductor también incluye podcast de los programas musicales El Sótano, El Vuelo del Fénix o los Conciertos de Radio3. Y me acompañan además algunos para dormir (tengo la costumbre de dormir y pasar la noche escuchando la radio) como Nómadas, Ser Aventureros, Milenio 3 o la Rosa de los Vientos. También es fundamental un buen libro para leer antes, durante y después del viaje, preferiblemente una novela ambientada en el lugar o país de destino o bien de algún autor de esa nacionalidad. En el caso del viaje a Suiza me podría llevar El Lobo Estepario de Herman Hesse, pero si os soy sincero no me parece lo mejor para un viaje navideño, así que he optado por el último de Lorenzo Silva.
Una vez listo todo el material gadgeto-tecnológico es el turno de los bártulos analógicos. Para tomar notas utilizo un cuaderno pequeño, de los que caben en un bolsillo. En él escribo ideas, croquis, pequeños diálogos y algunas otras cosas que surgen en cualquier momento y a cualquier hora. Luego, ya por la noche o aprovechando una pausa prolongada tomo notas extensas en un cuaderno. No siempre acaban en artículos pero ayudan a componerlos y sobre todo a dar una idea fuerza que muchas veces constituye la espina dorsal del texto.
Y, por último, la ropa. Suelo incluir una camiseta, una muda y unos calcetines por día (siempre que sean viajes breves) y unos panatalones por cada 4 o 5 días, más uno de reserva por lo que pueda pasar. Zapatos, sólo un par.
Creo que no se me olvida nada….ah, sí cerrar el gas y echar la llave.
¿Y tú qué equipo te llevas de viaje para después contarlo?
Por cierto,la ilustración que adorna y da nivel a este artículo es de They Draw&Travel, una fantástica web donde puedes encontrar ilustraciones sobre cualquier lugar del mundo en formato mural.
Jejeje gracias por recoger el guante y por detallar con minuciosidad tu equipo de bloguero… digo de periodista de viajes 2.0.
Veo que la mayor parte de tu equipo es fotográfico. Me ha encantado también que cuentes qué música escuchas en cada viaje 😀