Desmontando la República Independiente de las Vacaciones

Las cimas en verano mantiene la nieve
Las cimas en verano mantiene la nieve

Escondido entre vertiginosas montañas suizas se oculta el pueblo de Saas Fee. A pesar de su recóndita ubicación, su comunicación con el resto del mundo es perfecta, lo que hace de este pequeño paraíso alpino un lugar muy apetecible y apacible, al mismo tiempo.  Perfecto para la práctica del esquí en invierno, en primavera y verano es un idílico pueblo de cuento en el que Heidi podría retozar tan a gusto. Este rincón de los Alpes, desconocido en España pero muy visitado por alemanes, franceses e italianos, está a 1.400 metros de altura y rodeado por cumbres de 4.000. Bienvenidos a la República Libre Vacacional de Saas Fee.

jardín infantil, kreutzboden, asas efe
Hasta en los rincones más recónditos hay un jardín para los críos

-Los niños son los reyes.- Está claro que cuando un niño se lo pasa bien, los padres de lo pasan todavía mejor, por eso Saas Fee es un lugar ideal para ir de vacaciones con tus hijos, sobrinos, nietos o cualquiera que sea vuestro parentesco. Si en el vuelo de Swiss nos trataron como marqueses, en Saas Fee pusieron la guinda. Casi todos los hoteles tienen un pequeño ( o grande) jardín infantil (yo recomiendo el Hotel Tenne por su familiaridad),  por las calles del pueblo está prohibido que circulen los vehículos a motor, es un lugar pequeño y muy asequible, los restaurantes tienen menús infantiles y los elementos decorativos (vacas, gnomos, duendes, hada y marmotas),  están por todos lados. También hay diversas guarderías infantiles que se encargan de los críos si vas a realizar actividades no recomendables para los más pequeños. En Saas Fee los Reyes no son los padres sino los niños.

Cualquier rincón es bueno para jugar en plena naturaleza
Cualquier rincón es bueno para jugar en plena naturaleza

-Cosa de familia.- En un lugar donde se respeta a los niños es porque lo primero son las familias. Absténganse de ir jóvenes sedientes de juerga, vividores a los que la noche los confunde, Saas Fee es un sitio para salir con la familia a cenar, tomarte una copita tranquilamente sentado en una mesa de madera mientras la banda del pueblo toca esa canción tradicional mientras tus hijos se van durmiendo poco a poco cansadísimos después de un día lleno de emociones. En fin, una delicia. Todo esto no quiere decir que no haya lugares para tomar copas o para alternar, por supuesto que los hay. Lo que pasa es que si vamos buscando la juerga continua, me da que no la vamos a encontrar.

Típica verbena suiza en Saas Fee

-Fotografías impresionantes.- Los paisajes que rodean a Saas Fee nos ofrecerán unos escenarios naturales increíbles para hacer fotos, sobre todo si vamos en primavera o verano. Los colores refulgen con una intensidad que no tendrás que tocar ni la intensidad ni la saturación cuando llegues a casa y proceses las imágenes. Mires donde mires será un momento fotogénico. No olvides el filtro polarizador y un visor para días de mucho sol.

saas fee pueblo peatonal.
Los patinetes derrocaron a los coches

-Sostenible, de verdad.- Saas Fee se abastece al 100% de electricidad natural procedente de la central hidráulica de Valais. Ni los automóviles eléctricos, ni los ferrocarriles de montaña provocan emisiones indirectas. ¡Que te parece! ¿Cómo se te ha quedado el cuerpo?  Además en Saas Fee no hay coches desde 1951 y forma parte del grupo de ciudades suizas sin vehículos. Todo esto le hizo tener hace años la etiqueta «Energiestadt» que premia la introducción de claros estándares de calidad en la política municipal de energía y tráfico.

Los quesos son la piedra angular de su gastronomía
Los quesos son la piedra angular de su gastronomía

-A bocados.- La gastronomía de Saas Fee es directametne proporcional a la variedad de sus montañas. En el restaurante de montaña Hanning, a más de 2.300 metros,  podemos degustar Spätzli y Rösti servidos en la sartén, tostadas de queso, fondue de queso y de tomate, entre otros sabrosos platos. Otro restaurante de altura, a 2.500 metros, es el Bergrestaurant Egginer/Morenia. Además de los platos típicos como el Rösti y los macarrones al estilo alpino también podemos comer platos internacionales. Si buscamos lo más tradicional tenemos que visitar el Gletschergrotte. Allí sirven la famosa «Grottuspiessli», una especie de brocheta de carne con ensalada y patatas del país. Es el templo para los más golosos porque están especializados en postres: tarta de chocolate, Apfelstrudel, o pastel de almendra. Todo aderezado con un buen «Monsterkaffe».

A todas las cimas se llega en remonte
A todas las cimas se llega en remonte

-Escalar sin mover un dedo.- Moverte por el entorno de Saas Fee es fácil, cómo y sencillo. Sólo con alojarte más de una noche en alguno de los hoteles del valle tienes derecho al Burguer Pass, un «carné de ciudadano» que te da derecho a montarte en todos los ferrocarriles de montaña y los autobuses que circulan por el entorno. Los remontes es la manera de subir a las cimas que corona Saas Fee. Cada uno tiene una media de un par de paradas hasta llegar a la cima, por lo que podemos bajarnos donde más nos convenga o apetezca. En cada una de ellas podremos encontrar distintas actividades. Lo que no entra en este Burguer Pass e el Metro Alpin, un tren que penetra en el glaciar y nos sube hasta Allalin.

"….en ocasiones veo vacas"
«….en ocasiones veo vacas»

-Vacas, vacas everywhere.- Las montañas que rodean Saas Fee están repletas de animales, salvajes y de granja.  Si disponemos de poco tiempo, recomendamos coger el remonte hasta Kreutzboden, en los altos de Saas Grund. Es el punto de partida ideal, a unos 3.000 metros, para un caminata escénica, para hacer senderismo o ciclismo de montaña. Un sitio ideal para familias, con su pequeña granja y sus vacas pastando por los cerros.  También podremos ver marmotas que saldrán a nuestro paso buscando algo de comida. Para rematar la jornada podemos tomar un café bien caliente mientras los niños juegan en el jardin infantil colgante frente al macizo de Mischabel.

Allalin, Saas Fee
Cerveza fresquita, o sea «del tiempo»

-Entrar en un glaciar.- No todos días se puede entrar en un glaciar. El Allalin nos da esa posibilidad. En el Eispavillon bajamos por túneles a 71 metros de profundidad directamente a la barriga del milenario glaciar Fee. Más de 5.000 metros cúbicos en los que se ubica el pabellón helado más grande del mundo. A través de un frío paseo podremos descubrir las leyendas e historias que han ocurrido en el glaciar, disfrutar de la soledad en el Gletscherkappelle, mostrarles a los más pequeños el fascinante mundo del hielo, y finalizar averiguando cuales son los peligros que encierran las grietas y fisuras de estas estructuras heladas.

Un idílico pueblo rodeado por montañas
Un idílico pueblo rodeado por montañas

-Tomar un café mientras das vueltas.-  A 3.500 metros de altura se encuentra el café-bar giratorio más alto del mundo. En este local de difícil pronunciación, Trees!xty- Drehrestaurante & Cofeee Mittel Allalin, podemos comtemplar una de las mejores vistas de Suiza. Mientras degustamos un buen vino blanco o una cerveza con un aperitivo, van apareciendo ante nuestros ojos  las cimas Eiger, Mönch y Jungfrau. Tienen una terraza privilegiada en la que tanto en invierno como en verano es un lujo tomar el sol. A él se accede a través de un remonte y el Metro Alpin. Es uno de los lugares donde contemplar la inmensidad y belleza de los Alpes.

 -Y por supuesto, también en Invierno: Más de 41.000 deportistas de la nieve han elegido Saas Fee como la mejor estación de esquí de Suiza. La elevada seguridad de contar con nieve, la excelente preparación de las pistas y el acogedor ambiente los pueblos de la zona.

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